Miguel Ángel Flores

Amboades

Miguel Ángel Flores


¿Realidad normal o anormal?

06/11/2023

Con las buenas intenciones, a veces y últimamente más, se obtienen los peores efectos. Porque, para poder entender los vínculos entre el individuo con los demás semejantes, y los vínculos entre una persona dentro de la familia, y cómo se mueve o se vincula la familia como célula en la sociedad, que ciertamente es la política que nos toca vivir como conjunto humano entre sí, lleno de distintos niveles de vínculos.
Basándose esta realidad, en el eje de la educación y no solo a lo que se pueda entender como educación en cuanto al ámbito de la enseñanza, que existe realmente una gran diferencia entre educación y enseñanza, dado que la educación radica (de raíz de inicio) en la célula de la sociedad, que es la familia o el entorno familiar. Y por ahí, desde hace varias décadas, existe un conflicto frente a planteamientos educacionales más pretéritos, que han hecho que en lo más sustancial la educación actual sea proteccionista, mejor dicho, superproteccionista frente al medio de la vida coetánea y cotidiana.
Todo ello sobreviene, de un mayor celo y protección de la 'inversión' que se ha hecho en las familias en los últimos tiempos, quizá de hace treinta años al día de hoy. Debido a que, realmente, al bajar la natalidad por múltiples factores fundamentados en las bases de vivir en un cada vez mejor bienestar. Por ello, el resultado es, que hay que estar en constante protección y guarda de la seguridad de los más pequeños, no permitiendo ningún daño, ni ningún efecto negativo, para que sea todo blando y suave. Haciendo que se genere unas dificultades de su relación con el exterior, emblandeciendo a quienes, en un futuro, se tengan que enfrentar a situaciones límite. Porque, al haber sido educados en la seguridad sin que pase 'nada', cuando vienen situaciones malas desde un nivel pequeño, se frustran, se enfadan y no asumen, o mejor dicho, no saben asumir responsabilidades, porque siempre han tenido quien al fin y a la postre les defendía a capa y espada. Llevando esta realidad a los centros de enseñanza, haciendo que los progenitores sean en demasía exigentes, por nimiedades y los centros por la vulnerabilidad ante una realidad cargada de muchos derechos, con ninguna obligación atienden y aguantan.
Los padres en esta protección, a menudo con sus mejores intenciones, intentan facilitar a sus hijos sus propios esquemas mentales y vitales, que han desarrollado en sus propias creencias y experiencias a lo largo de sus vidas individuales previas a ser primero, pareja y después padres, olvidando que ellos, los padres han necesitado a su vez de enseñanzas y experiencias de otros anteriores a ellos. Dando como resultado, individuos sin experiencia, porque realmente sus experiencias vitales han sido protegidas y ayudadas por los progenitores en un constante estar al cuidado, sin dejar margen al descubrimiento de las cosas desde niño, con otros niños, a la relación entre los pequeños, sin el paraguas, ni la mirada de los progenitores, etc. Por ello, repito, con buenas intenciones, se puede obtener como resultado los peores efectos y el anormal resultado, es la respuesta de las nuevas generaciones ante los grandes y graves desafíos que trae siempre la vitalidad y realidad del mundo, en su permanente cambio cada vez más rápido.

ARCHIVADO EN: Política, Natalidad