El Congreso de los Diputados y el Senado ya están en marcha. Ahora falta lo más complicado:la investidura de un nuevo presidente del Gobierno de España. En este verano ya se han dejado caer varias peticiones que podrían hacer algunos de los diputados de partidos pequeños a cambio de dar su apoyo al actual presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez. Entre esas propuestas ha sonado la posibilidad de que el Estado condone la deuda que tienen algunas autonomías contraídas con Moncloa.
Nada más comenzar agosto lo puso sobre la mesa el partido valenciano Compromís, pues la Comunidad Valenciana es la segunda que tiene más deuda en total, con 55.439 millones de euros, de la que buena parte sale de los fondos de liquidez que puso el Estado en la anterior crisis. También se ha dejado caer una posibilidad parecida para Cataluña, dado que el PSOE depende de lo que decidan los partidos independentistas de esta comunidad. La deuda de Cataluña es la mayor del país, superando los 85.000 millones de euros.
¿Pero y si hay 'café para todos'? Si el Estado cediese a condonar todo lo que le deben las comunidades autónomas, las arcas de Castilla-La Mancha notarían un alivio considerable. Según los últimos datos publicados por el Banco de España, el montante total de deuda que tiene Castilla-La Mancha ascendía a los 15.574 millones de euros en el primer trimestre del año. Para saldar esa deuda la Junta necesitaría destinar algo más del total de presupuestos que maneja cada año para que funcione Castilla-La Mancha.
De esos 15.574 millones de euros, la mayor se debe al Estado. Más de dos terceras partes de esta cantidad las ha recibido Castilla-La Mancha del Fondo de Financiación a las Comunidades, llegando a los 11.069 millones de euros. Es decir, si el Estado condonase la deuda a la región, esta se reduciría un 71 por ciento de una tacada.
Eso también tendría sus consecuencias en el peso que tiene la deuda en comparación con el PIB, es decir, con la economía castellano-manchega. En el primer trimestre del año, la deuda de Castilla-La Mancha suponía casi un tercio de todo lo que produce la región al año. En concreto, estaba al 32,7% del PIB. De hecho, la deuda regional en proporción con su PIB es la tercera más alta del país. Solo está por encima la Comunidad Valenciana, con un 43,7 por ciento y la de Cataluña, con un 33,1 por ciento.
Si el Estado condonase la deuda de Castilla-La Mancha, esta se quedaría en 4.505 millones, lo que supondría un 9,45% del PIB.
3.637 millones en préstamos con entidades financieras
El Estado es el mayor acreedor de Castilla-La Mancha, pero no el único. Según los últimos datos publicados por el Banco de España, la deuda que tiene la Junta con entidades financieras asciende a 3.637 millones de euros a marzo de 2022. La mayor parte son créditos a largo plazo, con 3.627 millones. La Junta solo tiene diez millones de deuda en préstamos a corto plazo. La tabla que publica el Banco de España también especifica el apartado de préstamos que tiene cada comunidad autónoma en «el resto del mundo». En el caso de Castilla-La Mancha son 385 millones.
La semana pasada Fedea presentó un informe que calcula que la región tendrá que pagar más de 900 millones en intereses por el total de su deuda hasta 2026.