Conforme pasan los días estamos viendo que la calidad de los futuros socios de Pedro Sánchez se sigue deteriorando, lo que pone de manifiesto que sus expectativas no son muy halagüeñas. Pero de momento son solo las previsiones lo que se hunden y hasta que esto no lo confirmen las urnas carece de valor, por lo que la pelota sigue en el tejado y el oso en el bosque. Por eso no sería bueno comenzar a hacernos abrigos con su piel.
El primer apoyo que le falla es su ministra de economía, Nadia Calviño. La ministra se ha permitido retar a un debate, pero resulta que al menos de momento, no está en listas electorales y, obviamente, sin ser candidata nada pinta en el debate electoral. Seguramente doña Nadia echa en falta en su currículo un papelón como el que representó su antecesor Pedro Solbes en aquel debate con Manuel Pizarro en 2008. Seguramente, igual que hizo Solbes, pretenda convencernos de que no existe inflación, de que no hemos perdido renta con respecto a la Unión Europea, de que no ha subido nuestra deuda ni nuestro déficit e incluso nos hará ver que nos han reducido los impuestos y de que ha aumentado la competitividad… incluso nos demostrará que la administración funciona…
Otro de los adalides de Pedro Sánchez es su antecesor Rodríguez Zapatero, del que todo el mundo pensaba ¡cómo podía haber llegado a presidente! hasta que ocupó el cargo Pedro Sánchez. Este personaje se ha espabilado de lo lindo. Ha descubierto lo rentable que puede ser hacer de recadero de sátrapas como Maduro. El hombre ha encontrado reconocimiento, de todos los órdenes en este personaje, hasta el punto de que su moral ha crecido por encima del Everest, al punto de considerarse ni más ni menos que el vencedor de la ETA y eso sin sufrir un mal rasguño. Seguramente los etarras se asustaron cuando dijo aquella frase de que «declaraba la paz a ETA» y pusieron pies en polvorosa, no sin antes dejar un recuerdo en la T4 de Madrid… Tenemos que perdonarlo porque el pobre no llega a más, pero fíjense si este es uno de los baluartes de Pedro Sánchez…
El siguiente de estos robustos contrafuertes para la futura coalición de gobierno de Pedro Sánchez, si es que continúa disfrutando el colchón y el Falcon, es el fichaje hecho por la diva del gobierno, Yolanda Díaz. Me refiero al insustituible embajador don Agustín Santos Maraver. Creo que este hombre puede hacer un gran papel en un futuro gobierno de Pedro Sánchez como ministro de asuntos exteriores. Estoy seguro de que su teoría de que el 'pobre' Maduro es un luchador contra los opresores yanquis y su idea de que los problemas de Europa los crea la existencia de la OTAN, calará hondo en la Casa Blanca y se hará un eficaz acompañante de Pedro Sánchez para las numerosísimas visitas a la residencia presidencial estadounidense que deberá girar en su próximo mandato.
Con estos bastiones poco importa que 'personajes menores' de su partido como Alfonso Guerra o el mismo Felipe González le hayan vuelto la espalda, seguramente muertos de envidia ante el legado que para la Historia se está procurando este verdadero 'Carlo Magno' de la política contemporánea. Una coalición Zapatero-Sánchez es una garantía… ¿De qué?