Parece que en ello está un grupo de jóvenes empresarios de la ciudad. Se ve que las nuevas generaciones de empresarios han comprendido la utilidad y hasta necesidad de una institución cuya misión fue siempre defender a las empresas de nuestra Comarca y con ellas toda su la economía.
Esta generación de jóvenes que ahora quiere tomar las riendas es muy distinta a la que la puso en marcha allá por el año 1981, pero comparte el empuje empresarial, el amor a la tierra talaverana y la ilusión por hacer de nuestra Comarca un buen lugar donde establecerse y crecer.
La generación que fundó Fepemta estaba compuesta en su inmensa mayoría por hombres curtidos, hechos a sí mismos o 'self made man' que seguro dirán estas nuevas generaciones. Eran hombres con un inmenso espíritu de sacrificio, una gran devoción por el trabajo y un arrojo en la aventura empresarial que hizo que, sin cultura y sin medios, sembraran la comarca talaverana de iniciativas empresariales, que crecieron y dieron trabajo y riqueza hasta convertir esta comarca en un verdadero emporio.
Nuestra joven generación, aunque menos curtida en el sacrificio, tiene muchas ventajas sobre la de sus abuelos, la principal, su preparación en todos los órdenes –licenciaturas, idiomas, másteres- que les permite moverse por el mundo entero de forma telemática y personal, conocer todo lo que 'se cuece' a nivel internacional y llevar su producto, material o inmaterial, hasta donde haya un mercado que lo absorba. Esas mismas ventajas se convierten en retos, porque también les obliga a competir con emprendedores del mundo entero.
En el caso de los emprendedores talaveranos tienen, además, un hándicap añadido: la falta de infraestructuras básicas que favorezcan las inversiones en la comarca talaverana. Está claro que las decisiones políticas de los últimos años han provocado que nuestras infraestructuras queden obsoletas, porque han distraído los fondos que aquí se deberían haber invertido, para contentar a otros territorios, próximos o lejanos, con una población más exigente.
Desde el punto de vista empresarial, la comarca talaverana se dejó colonizar por organizaciones foráneas que, bien regadas con fondos públicos, prometieron a nuestro empresariado una atención y unas inversiones, que jamás tuvieron la menor intención de reivindicar ni favorecer, salvo con la gran boca de la propaganda.
Es por esto muy necesario que este grupo, no sé si muy numeroso pero sí relevante en la economía talaverana, se conciencie de la transcendental labor que tienen que desarrollar para poner la comarca talaverana al nivel que nunca debió perder. Espero que la sociedad talaverana los apoye sin fisuras, empezando por nuestros legítimos representantes para que, cada uno desde el lugar en que la sociedad los coloca, aúnan sus esfuerzos. Si perdemos más oportunidades quizá la cuesta abajo se haga irreversible y Talavera pase a formar parte de la lista de los pueblos vaciados y sin futuro.
Fepemta siempre tuvo un papel por encima de la mera representación empresarial. Su actividad superaba con mucho este ámbito, y tenía una participación activa en todo cuanto fuera de interés para Talavera y su Comarca. Obviamente no sé cuál será el sesgo que los nuevos dirigentes impondrán a la nueva Fepemta, pero estoy seguro que como les sobra ilusión, inteligencia y juventud y la inexperiencia la cura el tiempo, el éxito está garantizado y Talavera agradecerá esta loable iniciativa.