Las actuales divisiones provinciales se acometieron en España en el siglo XIX. Las eclesiásticas son muchísimo más antiguas. Esa es la causa que la Archidiócesis de Toledo cuente con municipios que, con las separaciones territoriales modernas, no le correspondería. 

La sede episcopal de Toledo fue establecida, según marca la tradición, en el siglo I, con San Eugenio. Pero una vez comprobado el desdoblamiento de dicha personalidad con un obispo de época visigoda, los primeros datos históricos se remontan al principio del siglo IV. En el siglo VII fue elevada a archidiócesis primada de España, título que antes ostentaba Cartagena.

La archidiócesis cuenta con un total de 268 parroquias, abarca unos 19.333 km² en los que habitan unas 735.154 personas, que son atendidas en la tradición cristiana por 476 sacerdotes.

Para efectos de su organización interna y la provisión de los servicios pastorales a los fieles, la diócesis está dividida en 26 arciprestazgos, a cuyo frente se encuentra un arcipreste que se encarga de administrarlo, atender las peticiones del clero y velar del cuidado del culto. Estos a su vez están agrupados en 4 vicarías episcopales: Toledo, Talavera, La Mancha y La Sagra.

La Vicaría de Talavera es la que cuenta con los arziprestazgos extremeños. Son tres, Guadalupe (Cáceres), Herrera del Duque y Puebla de Alcocer (Badajoz). En total, la Archidiócesis de Toledo tiene integrados 28 municipios extremeños, con una población total de 27.916 personas.

La intención del nuevo arzobispo de Toledo, Francisco Cerro Chavez, pasa porque el Monasterio Jerónimo de Guadalupe, tan intrínsecamente unido a la tradición toledana, se integre en alguna diócesis extremeña. Cáceres-Coria es la que cuenta con más puntos a su favor. Lo que sorprende es que el interés solo sea por el monasterio, uno de los puntos de peregrinación más importantes de la península, dejando en la arcidiócesis a los restantes 28 municipios extremeños, tal vez para asegurar la presencia de un párroco debido a la falta de sacerdotes en Extremadura.

De las localidades que componen la diócesis de Toledo, las que pertenecen a la provincia de Badajoz son Zarza-Capilla, Villarta de los Montes, Valdecaballeros, Tamurejo, Talarrubias, Puebla de Alcocer, Siruela, Risco, Peñalsordo, Garlitos, Garbayuela, Helechosa de los Montes, Herrera del Duque, Fuenlabrada de los Montes, Castilblanco, Casas de Don Pedro, Capilla y Baterno. Mientras que los municipios de la provincia cacereña son Villar del Pedroso, Valdelacasa de Tajo, Peraleda de San Román, Navalvillar de Ibor, Guadalupe, Garvín, Castañar de Ibor, Carrascalejo, Bohonal de Ibor y Alía.