Miguel Ángel Flores

Amboades

Miguel Ángel Flores


Las y los que tienen que servir

27/05/2019

La servidumbre o el servicio, siempre ha sido reservado a los siervos, sirvientes o servidores, amén de los esclavos (en tiempos no muy lejanos), quienes servían a los demás, sus amos, que aún muchas personas dicen el amo a la ama. De esta situación, en una película de la mejor época del cine español, verdaderamente cuando no había libertades. Pero curiosamente en ese cine se decían cosas, que la censura se tragaba, o dejaba pasar. Tan diferente a nuestros tiempos que todo está minado de lo ‘cordialmente’ correcto, todo ello por si acaso no se hagan ofensas a unas minorías, o unas mayorías, o unos grupos, o unos colectivos, o unas personas, o unos cargos, o no sé a quién más que se pueda ofender. O sentirse dañado en su no sé qué, y ello les pueda crear algún trauma irreparable, dentro de su gran honor para lo que tenga de vida en su larga existencia vital. En esa película que la mayoría pueda haber olvidado, un personaje dentro del campo de la censura, cita varias veces esta expresión: - Un amigo, un siervo, un esclavo. Hoy día décadas después, y ya en los tiempos de todo color, y no de grises, ni de blanco y negro, es cuando se da más esto de esa expresión, pero la paradoja es que quién dice ser el responsable de todos, dice qué, está al servicio de todos. Algo no encaja, por ejemplo en las escrituras del Evangelio, Jesús dice, que quien me quiera seguir, debe estar al servicio de los demás; y esto, no sé cómo entenderlo porque realmente, lo que se percibe o por lo menos personalmente lo que percibo, y nada entiendo, es que quién está a mi servicio, cuando le pido que me sirva, no me siento servido. No entiendo o no sé nada, y lo mismo con quienes dicen ser responsables, o están en los servicios para los demás, desde las más altas estancias e instancias, que tampoco sé cómo se clasifica, dicen que están para servir a todos, lo de la vocación de servicio, y cuando exiges tal servicio parece ser que quién sirve, no sirve, y quien no sirve, es quien sirve. ¿Acaso sirvo yo (de) algo?