Alejandro Bermúdez

Con los pies en el suelo

Alejandro Bermúdez


‘Laparse’ al cargo

19/07/2020

¿Adónde nos lleva este desorden? El ejército de Pancho Villa, comparado con el funcionamiento de España, es un ejército prusiano, ese que sus soldados van haciendo el paso de la oca cuando van a buscar el bocadillo.
Estamos en uno de los momentos más delicados de nuestra historia contemporánea y al gobierno -impasible el ademán- no se le mueve el cuajo de poner un poco de orden. Nos estamos jugando, nada menos, la integridad territorial, la economía e incluso la vida, y como si oyeran llover.
El problema está en el origen, el propósito con que Pedro Sánchez ostenta el poder. Su fin no es otro que ‘laparse’ -agarrarse como una lapa- al sillón y permanecer en él contra viento y marea, con quien sea y para lo que sea. Desde el domingo, si es que no lo compartía ya, se ha unido a este propósito Pablo Iglesias, alias ‘la Coleta Venezolana’. Seguramente hasta ahora Pablo Iglesias tenía algún fin más en el gobierno que permanecer en él, pero después del domingo, en que sus huestes han sido prácticamente aniquiladas en el País Vasco y sobre todo en Galicia, no tiene más remedio que emular a Pedro Sánchez en lo que a ‘laparse’ se refiere.
En el caso de Pedro Sánchez, es su egolatría la que le obliga a no tener programa político, más allá de dejar hacer a quienes le permitan dormir en Moncloa y volar en Falcon. Pablo Iglesias, además del despacho de vicepresidente y el marquesado de Galapagar, se juega el Fiscal General y los servicios de inteligencia. Perder el ronzal de la Fiscala General le puede suponer un disgusto con la Justicia y eso ya son palabras mayores.
El caso es que los españoles lo estamos sufriendo. Ahí están los ilerdenses, a los que un juez manda uno ‘izquierda’, otro ‘derecha’ y el virrey de todas las Cataluñas dice que allí manda él, si no es mediante una orden será mediante un decreto, pero no hay más poder que el suyo.
 La ocultación interesada del peligro de la pandemia ha hecho que los españoles hayamos sufrido un número de fallecidos muy por encima de lo que hubiera ocurrido de tomar medidas a tiempo. En esta primera ocasión fue el capricho de celebrar una manifestación lo que impidió tomar medidas a tiempo. Ahora, según denuncian quienes conocen la situación, tampoco nos estamos preparando para el anunciado rebrote que nos espera en otoño, ni para los que vemos saltar por la mayor parte de la geografía nacional. La excusa es que la competencia sanitaria está cedida a la Comunidades Autónomas. La realidad es que no quieren tomar ninguna medida para no importunar al ‘Virrey’.
Los juristas coinciden en que medidas como la del confinamiento, solo pueden tomarse con la autorización de las Cortes y hace falta una estructura jurídica para poder manejar la situación con agilidad. No puede delegarse en los jueces el día a día de la administración de la pandemia, pero, la misma inactividad que existe con los recursos materiales, está demostrando el gobierno con este conjunto necesario de normas.
El resultado de esta apatía lo hemos sufrido en nuestras carnes. La Universidad de Cambridge nos coloca en último lugar en cuanto a la gestión de la pandemia se refiere y, es una Universidad, no la oposición, quién lo dice.