Miguel Ángel Flores

Amboades

Miguel Ángel Flores


Sentirse mier...

11/07/2022

Hace poco me encontré con un viejo 'amigo', por decir algo, y delante de un café mañanero, que en verdad fue un largo café mañanero. Me fue contando, 'sus' en verdad, desdichas de toda su vida, por lo cual, a él, le hacen sentirse una mier… Me fue narrando, de cómo todo el mundo con quién se había ido encontrado a lo largo de su vida, ha tenido la mala fortuna, según él, que se ha ido riendo siempre de él.
Me contaba con cierta lamentable e impotente rabia, de los desprecios constantes que recibía y ha ido recibiendo siempre, durante años. Me contaba que él imaginaba realmente, que después de cada reunión, que en principio quien le atendía le ilusionaba y daba esperanzas a sus propuestas, porque sus propuestas en verdad son llamativas y ciertamente deslumbrantes, y si se ejecutasen serían de mucho beneficio para muchas personas. Pero que, después todas esas propuestas acababan en el olvido o aún peor, reutilizadas, bautizadas con otro nombre y llevadas a cabo, sin contar con él para nada.
 Porque a quien le ha propuesto tales asuntos, han sido desde directivos de alto nivel de los bancos regionales, hasta alcaldes y concejales de la ciudad, o incluso consejeros o directores generales, empresarios, o todo tipo de personas con relevancia en algún ámbito público o religioso incluso, que según él, y cierto es, que a todos esos y alguna de esas, cuando hablan, para el pueblo siempre en apariencia, son cercanos, campechanos y de buen rollito. Según él, todos y muchas, con muy buenas palabras, pero a la hora del asunto, todo quedaba en agua de borrajas.
Según él, estos resultados son los que le hacen sentirse una mier…, dado que, en verdad según él, todo ese grupo de altos cargos, son de una calidad humana no mediocre, peor aún, llena de una falta de honestidad y dignidad supinas. Frente a un café solo ya frío, sin leche ni azúcar, me lo contaba con una rabia llena de tristeza, este amigo ya de mediana edad, que todos ellos y hasta muchas ellas, quizá más ellas, en su fuero más interno están repletas de una indignidad e inmoralidad supinas y, todos llenos de una maldad natural, oculta bajo el palio de la hipocresía, frente al resto de la plebe, que solo se ve en apariencia sonrisas, promesas (siempre por cumplir) y palabras muy rimbombantes, pero ciertamente huecas. Pero que, a él y personas brillantes como él, siempre 'estos todos', en verdad les hacen sentirse mier…, porque ese resto le han mandado ahí, y que no salga de ese sitio. Me lo contaba, con una desoladora frialdad es asumir la realidad, de sentirse mier…