Miguel Ángel Flores

Amboades

Miguel Ángel Flores


La realidad real

29/06/2020

Y a han pasado las suficientes cosas como para que no andemos con paños calientes. La realidad real, es que estamos en un proceso que en décadas no ha experimentado ningún país del hemisferio norte desde la  IIGuerra Mundial. Es decir una situación de pérdida, miedo y crisis económica sin precedentes. Pérdida, por las pérdidas de las vidas humanas que como si de una batalla se tratase, de una Guerra Seca y en apariencia Invisible, han ido cayendo, es decir muriendo en un número muy grande, excesivamente grande para la realidad (i)rreal que hemos ido viviendo en las décadas anteriores, que ciertamente era un modo de vida irreal y artificioso, como si la vida solo se tratase del escaparate lleno de brillos y sin mácula de una tienda elegante sin ver en realidad como está el almacén, que está sucio y lleno de porquería. La vida nunca fue como nos la han contado las agencias de publicidad, regalada y edulcorada, como si la felicidad fuera eso, lástima por los que ya no están, porque esto es la realidad real.
Miedo, en verdad a no saber qué futuro es el que se va vivir, dado que será planificado bajo bases que nunca se han experimentado, y por tanto las previsiones serán muy audaces y aventuradas cuando menos. También miedo, por parte de muchos por algo de su sensatez que poca había por lo de la felicidad artificial, que se vivía a no querer salir a darse una vuelta, a tomar algo en una ‘terraza’, a salir de excursión de turismo, por evitar a lo mejor el posible contagio de la Guerra Seca que no se ha ido, y caer en cualquier pequeña batalla de una manera que pueda ser fatal, porque muchos como yo tenemos ese miedo. Crisis económica, por las consecuencias reales de primero el riesgo a perderlo todo, resulta que las consecuencias es una bajada de los consumos de cualquier producto, y por tanto una parada en la producción, y por tanto un cierre inevitable de esos sectores, constriñendo cada vez más los mercados, haciendo que sea difícil, por estar aún en la Guerra Seca por no haberse ido el mal, porque sigue estando y estará durante un tiempo tristemente largo e indefinido y sin solución alguna, salvo ésta la de quedarse quieto y esperar, y esto de quietud y espera, para la economía no es nada saludable, es todo lo contrario un terrible tumor maligno de difícil cura.