Miguel Ángel Flores

Amboades

Miguel Ángel Flores


El poder sexual del vino

23/12/2019

El poder sexual del vino empieza desde «el mismo momento en que se descorcha la botella». Y es que una cata de vinos, «está rodeada de adjetivos que pueden aplicarse a los amantes y es un acto semejante a hacer el amor, dicho de otra manera, practicar sexo». En ella, la cata de vinos, como en el sexo, «intervienen todos los sentidos» que el ser humano tiene a su disposición: Desde la vista al tacto, según un autor –«el vino refleja los colores de la pasión, porque coger una copa de vino es como sostener al amante por la cintura». El vino en efecto es un gran aliado y ayudante del sexo, porque incluso aunque solo sea para un efecto decorado, en una buena cena romántica que se precie, no puede faltar nunca una botella de vino, que normalmente es tinto, aunque para ir abriendo boca en los preámbulos, tampoco es para despreciar al vino blanco o un rosado muy frío. Siendo el decorado físico en el ámbito intimo de una casa, la cocina para esos preámbulos, puede llegar a ser un lugar lleno de erotismo, y es bueno no desdeñar descorchar una botella, previa a la cena mientras ésta se va preparando, para ir tomando alguna copa en esos momentos. Es muy recomendable para activar esos momentos de deseo, y el vino nos va ayudar; para ello también es bueno un buen cava o vino espumoso muy frío, casi, casi helado, seguro con estas partes previas que el éxito a la culminación sexual, está asegurado. Ya se sabe que, siempre estas actividades hay que hacerlas con un consumo moderado, pero este es el quid, en esos momentos tan íntimos, ¿Cuál es el consumo de vino verdaderamente moderado y adecuado? O ¿Acaso la sexualidad o el sexo también debe ser pues moderados? Así pues, el vino es un excelente aliado para esto de la sexualidad, y así es, porque se sabe que esta ‘sustancia’ es un gran vasodilatador, es decir, que en cantidades idóneas mejora la llegada de la sangre a todas las zonas del cuerpo, lo que sin duda en el caso del hombre ‘favorece la erección’, y según algunos autores también favorece la lubricación y la excitación en la mujer, produciendo el vino un aumento de los estrógenos y, por tanto también hace aumentar el deseo sexual en la mujer.