Había, y hay, muchas ganas de CD Toledo y después de tanto tiempo de sinsabores y sufrimiento, cuesta no ilusionarse con la actual mejora del equipo. Una mejora muy significativa en torno a conceptos básicos del fútbol que eran clave para cambiar la dinámica.
Conceptos cimentados sobre pilares fundamentales como mantener la portería a cero, primero defender para luego atacar, seguridad defensiva, fútbol eficaz y eficiente, minimizar errores y reducir incertidumbre, aprovechamiento de los recursos y ocasiones, y muchos más.
Pero por encima de todo esto, considero que la normalidad que se ha transmitido desde dentro ha sido un factor a destacar. Normalidad a nivel institucional, donde se ha ido trabajando poco a poco y en silencio, pero aprendiendo del pasado. Normalidad en lo deportivo, como ya he dicho, afianzando lo básico, pero a la vez tan imprescindible dentro de este deporte.
La ciudad respira CD Toledo por los cuatro costados. Se ansía la siguiente promoción o iniciativa por parte del club. Para esta jornada ya sabemos que les toca a los más pequeños. Lo que más me transmite es la gente que tararea el himno por las calles y luce los colores del equipo a diario.
La transición no ha sido fácil y el proceso estoy seguro que ha llevado más tiempo del previsto, pero ahora, antes de lanzar las campanas al vuelo, es vital mantener los pies en el suelo y seguir trabajando, más si cabe todavía para que el buen hacer actual se convierta en algo real y consolidado.
Es muy pronto para arrancar el proyecto de la temporada 2023-24, pero a buen seguro que las pinceladas iniciales que ya se están dando y la ilusión y reconexión que el club está logrando con su ciudad y todos sus estamentos de nuevo hacen todo más sencillo. Eso sí, por favor, esta vez, desde el principio, con los pies en el suelo y con esta tranquilidad y estabilidad recuperadas.