La conducta, por lo que se puede entender es el conjunto de acciones, situaciones y conceptos, que tenemos que ir retocando y también esculpiendo en nuestra manera de ser, en nuestra personalidad y el carácter a lo largo de nuestra vida, para conseguir ser siempre algo más elevado que en verdad lo que podamos ser. De la palabra conducta, podríamos extraer el verbo conducir que, uno de sus sentidos es el de dirigir o guiar, siendo esto la manera de tener acciones o actuaciones, es decir, el modo determinado y muy concreto de actuar por parte de cualquier persona, en su relación hacía con el resto, siendo esto la manera de comportamiento de cada individuo para con el resto. Por tanto, en la conducta al ser en verdad, el modo de actos que realizamos de una manera individual respecto de los demás, al tener esto efectos, que siempre afectan de una manera u otra a los demás, por ello, hay que buscar siempre los aspectos más elevados de nuestra naturaleza humana.
Asimismo por ello, se debe buscar de una manera pertinaz el conocimiento, para con esto conseguido poder tener un buen juicio (un fuerte y poderoso criterio personal), que nos pueda dar la mejor sabiduría y alcanzar en definitiva tener un gran gobierno sobre nuestra individual persona. Primero en lo espiritual que es lo más elevado, segundo en lo intelectual que así la mente y el pensamiento razonado dan fuerza y poder al espíritu, y estos dos primeros puntos estructuran al fin al cuerpo, siendo el conjunto de cuerpo, mente y alma, lo que se consiga en su gran camino hacia una buena conducta.
Esto es la clave, que perpetuará a futuro el progreso de la humanidad, frente a lo que siempre se ha ido haciendo, por parte de la mayoría de los que tienen alguna manera de poder, que al no controlar ni dejan hacer crecer, en otros términos, conducir bien al cuerpo, junto con la mente y también el espíritu, de una manera coherente, frenando todo ese avance, retrasando y llevando a todos a situaciones vacías, llenas de banalidad. Cayendo en los aspectos más ‘bestiales’ que el ser humano nunca debiera tener, tanto en el campo de la violencia o el placer mal entendido, en suma quedando la vida de cada individuo en una vanidad de vanidades, siendo ese resultado así, un ejemplo de una conducta muy baja.