Miguel Romero

CATHEDRA LIBRE

Miguel Romero


Arcangelus

07/10/2019

En algunas religiones, es el ser celestial encargado de anunciar los misterios de Dios con categoría superior a la de los ángeles. «En las escrituras judías se consideran arcángeles Gabriel, Miguel y Rafael».
Cada 29 de septiembre la Iglesia Católica celebra la fiesta de tres Santos Arcángeles: San Miguel, San Gabriel y San Rafael y, por ello, quiero presentaros ocho datos que quizás no conocías sobre ellos.
«Son los más cercanos a los humanos. Desde Pseudo-Dionisio Areopagita, Padre de la Iglesia del siglo VI, se suele enumerar tres jerarquías de ángeles. En la primera están los Serafines, Querubines y Tronos. Les siguen las Dominaciones, Virtudes y Potestades. Mientras que en la tercera jerarquía se encuentran los Principados, Arcángeles y Ángeles. Estos últimos son los que están más cercanos a las necesidades de los seres humanos».
Nos dicen los libros que los arcángeles son también santos y que la palabra ‘santo’ (del griego ‘hagios’) significa «el que es sagrado». No significa ‘ser humano santo’, sino que puede aplicarse a los santos que no son humanos. Los arcángeles eligieron estar del lado de Dios y rechazaron al diablo, por lo tanto, son ángeles santos.
Y me trae aquí todo este comentario científico para hacer un pequeño pero sentido homenaje. La policía de todo el mundo es la salvaguarda del ser humano en toda su dimensión social. Quizás, en ese concepto de ‘salvaguarda’ a veces no seamos lo suficientemente expresivos en toda su dimensión conceptual, porque salvaguarda -tal y como podemos conocerlo semánticamente- no solamente será estar a tu lado pendiente de evitarte sufrir un hecho angustioso, malo, ínfimo, desagradable, negativo, sangriento, etc., sino en el consentimiento de mantener vivo el espíritu de tus valores como ser social, respetuoso, educado, responsable y generoso.
Por eso, la policía es garante de la seguridad, es garante de la vida, es garante del sentimiento; ahí, en ese sentimiento, el mismo que todo ciudadano debería tener hacia ellos, es donde queda claramente definido su gran valor como ejemplo para todos.
Me siento bien a su lado, porque me infunden ese calor, seguridad y afecto, el mismo que como seres humanos saben demostrar, pero haciendo grandeza de su pequeñez, haciendo plasmar que los valores de cada uno están inmersos en el quehacer cotidiano, en el pensamiento vulgar y en la acción diaria de nuestro común vivir.
Ahí me quisiera quedar, en ese gran testimonio que tiene su ejercicio profesional, en ese constante hacer hacia la sociedad en la que han decidido vivir y ejercer como tales, y a ellos, a los que tanto le debemos y tanto le agradecemos; sintiendo ese peso como Arcángel que celebran, como Santos Custodios que transmiten y como sencillos seres humanos en la convivencia del mundo.
Quiero que estas palabras no sean más que un agradecimiento a su labor, a su trabajo, a su dedicación, porque «cuando deseas algo de todo corazón, estás más cerca del Alma del Mundo y ella siempre es una fuerza positiva», la misma que a mí me guía cuando agradecido estoy de que estos servidores del pueblo, que estos policías, locales y nacionales, sigan siendo ese ejemplo a seguir, que para mí lo es, sigan siendo nuestros arcángeles y podamos ver en ellos, el ejemplo del valor como ser humano porque «no son las explicaciones las que nos hacen avanzar sino nuestra voluntad de seguir adelante» y es, su voluntad, la que nos hace grandes a los demás.