Miguel Ángel Flores

Amboades

Miguel Ángel Flores


Publicidad

10/02/2020

En este siglo ya iniciado, el mundo de la imagen y de la publicidad, y como no, en el siglo XX, el concepto de la ‘identidad corporativa’, es algo que se ha marcado como un elemento muy importante y trascendente para poder seguir digamos vivo, en este ‘maremagnun’ que en realidad se vive en la sociedad actual, del mundo occidental que según nosotros los occidentales, es el mundo más civilizado y modelo que deben seguir por los demás de todo el planeta. Conceptos como ‘identidad corporativa’,  ‘publicidad’, ‘calidad’, ‘lujo’, ‘márquetin’, ‘know how’, ‘cash flow’, o como se diga, son conceptos que se han ido imponiendo, gracias a las tendencias de los ‘hombres’ de la publicidad, de los gabinetes de comunicación de las empresas o de los gobiernos de los estados, o de las corporaciones más importantes, que han ido generando las ideas de hacer, vivir, consumir o no, tal o cual cosa o experiencia vital.
A esto se ha unido muy bien la propaganda eficazmente usada en el campo de la política, estupendamente generada y trasmitida a lo largo del siglo pasado, desde prácticamente la I Guerra Mundial. La propaganda política, mejor dicho lo que se ha venido utilizando, para hacer, dar a conocer, posicionar, calificar, clasificar, hacer que algo sea bueno o malo, que algo que tengamos sea de calidad o no, en función de cómo se cuente, y además quien lo cuente; no es más que un mecanismo que da lugar a que todo el planeta sea más o menos homogéneo e igual, y así aparentemente el conjunto de la sociedad de todo el planeta, este más o menos satisfecho con unas necesidades que en realidad, a lo mejor ni tan siquiera le hacen falta o peor aún, le sean perjudiciales. Todo esto es, por ver que en ciertas cosas hay que tener una buena identidad corporativa, que por ello teóricamente son las cosas buenas sin más, y otras son malas es decir esto también afecta a áreas regionales, ideas políticas, aficiones, etc. Y así llegamos al vino, que durante muchos años, por no tener una buena identidad corporativa, haya sido prácticamente demonizado, incluso respecto de otras bebidas que tienen mucho más alcohol, y que en teoría son de más alta sofisticación, al tener quizá otro tipo de colores más transparentes…