Miguel Ángel Flores

Amboades

Miguel Ángel Flores


Vivir en pasado

11/11/2019

En este tramo existencial, en el cual creo puedo hablar con alguna autoridad, por la buena longitud del mismo. Creo es momento de decir, que mi caso particular y creo que en una gran mayoría de los lectores que se atreven a leer mis, no sé… Bueno, en lo que me queda de existencia, creo que vivo en el aspecto pasado. Es decir que ya tengo más referencias experienciales (antes se llamaba recuerdos), que expectativas vitales (antes se llamaba ilusiones). En efecto, ya tengo pocas o casi ninguna ilusión, por nada, como vivo verdaderamente en el pasado nada tengo que ver con el futuro, aspecto que ya no cuento para él, ni para quién lo compone, una gran masa de personas de edad alejada a la mía, que mis intentos de comunicarme o expresarme, acaban siendo como negociar con un aborigen del Amazonas o un esquimal del Polo Norte. Dado que, con estas personas no puedo hablar nada de nada, por tener culturas e idiomas muy diferentes. A mí, se me pasó el tiempo de la quimera por el futuro, aunque en verdad, el pasado, es algo que no se puede solucionar, y si, ha sido ciertamente un tiempo perdido e inútil, por lo tanto veo que el futuro será igual. Consecuentemente, como ya no quepo en este presente-futuro, lo que me queda vivir solo es un pasado constante, nada agradable por cierto, pero es lo que hay. Reconozco que desde hace mucho tiempo muchos me han dicho, que quién siembra vientos, recoge tempestades. Pues en mi caso debe ser eso, porque cierto es que he ido sembrando muchos vientos, y de nada me sirvieron, solo para ahora estar mal. Eso sí, siempre he creído actuar sin intención de dañar o a nadie hacer mal, pero la resulta es que ahora en el futuro nada tengo, y solo ya vivo en un inevitable y constante pasado, digamos de una manera casi vegetativa, en la espera del punto final, en el cual, ya no hace falta ni presente, ni pasado, ni futuro. Así por lo menos las promesas que me hacen o me hagan me molestarán poco o mejor dicho nada, porque en el pasado recibí muchas promesas y buenos compromisos, por parte me casi todo el mundo que me encontré y la realidad siempre fue la nada...