Estar, es permanecer, existir, vivir o encontrarse, o incluso ser. Bueno, pues si estar tiene tantos sinónimos o sentidos semejantes. Muchos de nosotros, obviamente estar, estar no estamos. Porque aunque esos muchos en su mayoría se crean que se vive o se viva, o quizá se es o se sea, ciertamente es que lo que es estar, están muy pocos y cada vez son menos. Es decir, estar en la vida cada vez menos son los que hacen eso de vivir o existir, solo lo hace una elite que cada vez es más selecta y por tanto más reducida, que su único afán de esa selecta clase respecto de los demás, es que la inmensa mayoría cada vez sea más grande, en un ritmo constante y creciente. Así que estar, para esta mayoría la verdad es no estar, apoyándose en la situación de la vida contemporánea, en mantener este equilibrio del estar, no estar. Eso sí, haciendo cada vez que la balanza sea de muchos más al no estar. Y todo gracias a que la mayoría se creyó en algún momento no muy lejano, eso de la igualdad, la justicia y demás, y así se ha ido quedando en que una selecta parte muy minoritaria si pueden estar, y una gran mayoría de la cual yo formo parte de ella hace muchos años, vamos abocados al no estar. La pena es, que una gran parte de esa inmensa mayoría, solo va viendo pasar la vida biológica, creyendo ingenuamente que están, que siguen vivos, que existen, y lo cierto es que es así, se sigue vivo pero solo de una manera biológica, porque eso de estar, no. Como digo, la escogida y elegida elite, que son los del estar, son los que generan las ideas, las formas y los espacios, para que el resto crea estar, cuando perversamente bien sabe esa elite, cada vez más que la mayoría debe ser cada vez más grande y tiene que no estar. Lo que tienen que hacer simplemente, es pasar biológicamente por su tramo vital, y durante ese tramo sostener el estar, y así en ese sostenimiento al estar, donde tienen que encontrarse, existir y vivir es, en el no estar. Por ello la elite del estar, en verdad no quiere a los de no estar, solo los usa y…