Ana Nodal de Arce

Me la juego

Ana Nodal de Arce


El hermano

09/11/2023

La oposición a Pedro Sánchez ha tomado las calles y eso incomoda a quienes se han creído con la prerrogativa de campar a sus anchas mostrando su eterno descontento a los poderes del Estado. O escenificando escraches a quienes les resultaban antipáticos. Lo que pasa es que ahora la izquierda protestona ocupa los sillones y no está por la labor de que nadie rechiste ante sus decisiones, que las libertades de la Constitución sólo son aceptables cuando benefician a los suyos. Y les incomoda que otros, a los que denominan cayetanos, qué ocurrentes, les hurten su exclusiva inclinación a clamar ante aquello que consideran injusto.
Vaya por delante que detesto la violencia, que no consiento ni justifico que se corten calles, que se lancen adoquines contra nadie o que se profieran consignas franquistas. Los que, con toda legitimidad, se manifiestan en defensa de nuestra democracia son esas personas pacíficas que, más allá de su ideología, acatan la Constitución, se muestran orgullosas de vivir en libertad y no están dispuestas a callar cuando el presidente en funciones de su país se salta las propias normas de convivencia, la esencia del Estado de Derecho y rinde pleitesía a un prófugo nacionalista que pretende imponer su doctrina a 48 millones de españoles que han aprendido a rebelarse cuando se sienten despreciados. Con coraje, pero sin violencia. Esos son los valientes. Y ahí caben esos socialistas de toda la vida, a quienes les duele el alma ante el desprecio que muestra la actual dirección de su partido al propio sistema que alguno de ellos contribuyó a crear. Bendita Transición.
En medio de tanta tensión, nos ha sacudido una noticia cercana: el hermano gemelo de Page, Javier, ha dejado la militancia socialista, que abrazaba desde los 16 años. En la noche del lunes corría por las redes, como la espuma, la carta de renuncia que el gemelo había mandado a la jefa del PSOE local, la inefable Milagros Tolón. Obviamente, este gesto y la difusión de la misiva responden a una cuidada estrategia de comunicación. Javier no es sólo el gemelo de Emiliano, sino el hermano más mediático, el alter ego del único dirigente crítico, a las bravas, con Sánchez. Y su marcha del partido no podía quedar en un discreto segundo plano. Ese adiós es un símbolo, además de un órdago a la diputada Tolón, a la que muchos consideran una traidora por defender la amnistía. Ella, por su parte, mantiene silencio ante semejante desbarajuste.
Javier, que ha sido confundido a menudo con Emiliano, que es uno de los grandes apoyos del presidente de la Junta, con quien comparte momentos de ocio y complicidad, ha sido tajante al dirigirse a la exalcaldesa de Toledo, responsable de la agrupación local que abandona. Dice que la «deriva» del partido le lleva a alejarse de «ese nuevo PSOE» que no es el suyo. Pues bien, aplaudo a este señor porque ha sabido mantener la coherencia entre tanta proclama, tal vez porque no dispone del sillón al que se aferran otros, y que ha concluido su misiva con una tajante declaración de principios: «Yo seguiré siendo socialista». Me da que cuenta con la bendición de su gemelo. Y es que ni la fuerza de la sangre supera el valor de los principios.