Vivimos inmersos en una sociedad y unos tiempos donde la urgencia de lo inmediato se hace latente en cada gesto, en cada rincón o en cada acción a nuestro alrededor. Desde consumir una serie televisiva en un fin de semana, cuando antes esperábamos una semana para ver el siguiente capítulo, hasta recibir un paquete desde cualquier parte del mundo en apenas un día o dos. Pasando, finalmente, por la locura impensable de hasta disponer de un préstamo bancario, sin ningún esfuerzo, por cierto, que busca hacernos aún más adeptos a este círculo vicioso que no parece tener fin.
Y todo esto del 'lo quiero y lo tengo' lo trasladamos a prácticamente todos los aspectos de nuestra vida, en la mayoría de los casos, desde mi punto de vista, de manera errónea. El fútbol no entiende el corto plazo. El fútbol no pasa en un segundo. Es cierto que el fútbol son detalles, pero todos ellos condicionados por muchos aspectos interrelacionados y lejos del aquí y el ahora.
Todos los procesos del fútbol no son inmediatos ni fruto de una casualidad. Todo requiere un trabajo, unos tiempos y unos plazos, y, además, sin que nada, salvo los buenos resultados, te garanticen el éxito. ¿Será por eso que tanto engancha este deporte a todos los niveles? El estilo de juego, el entendimiento entre jugadores, el análisis del rival, el nivel de condición física o técnico de los jugadores… cualquier aspecto del fútbol real está lejos de esa inmediatez y no se logra en un segundo, ni una hora, ni un mes. Hasta los resultados que marcarán lo que viene son siempre impredecibles, muchas veces injustos, pero casi siempre trabajados y no regalados.
Por todo esto, toca intentar que todo lo que gira alrededor del CD Toledo tenga paciencia, algo complicado en nuestros días, pero muy necesario para que, sin ser inminente, todo lo que se persigue, se logre. Solo es positivo, de esa inmediatez, la gran exigencia de los aficionados del CD Toledo, algo que demuestra su compromiso y ganas de ver al club crecer.
Finalmente, el otro ingrediente junto a la paciencia, que logrará, estoy seguro, los objetivos, es la confianza. Pero de esto creo que el Salto del Caballo demuestra cada domingo que se confía en quien ha dado estabilidad, seguridad y persigue un futuro mejor para el club y todos sus estamentos. Dejemos por tanto la inmediatez a un lado, porque, como en la mayoría de las cosas de la vida, en el fútbol la inmediatez es lo menos inmediato.