Durante esta temporada que acaba de llegar a su fin, y tras más de veinte columnas, hemos hablado de muchos y diferentes aspectos del deporte y del fútbol, y todos ellos relacionados con el CD Toledo, tanto en las malas, a principio de la temporada, como ahora en las buenas, al final.
El CD Toledo es una institución que esta misma semana cumplía 95 años de historia, y que, seguramente, tras los años de bonanza en los 90, esté siendo capaz de resurgir de sus cenizas. Sin deuda con Hacienda y la Seguridad Social, con jugadores y trabajadores legalmente contratados y pagados puntualmente mes a mes, y un sinfín de nuevas acciones que hablan que, detrás de la gestión del club, se quieren hacer bien las cosas.
Pero el fútbol es fútbol, y en el fútbol marcan los resultados, más aún en un equipo que aunque la historia nos diga que la categoría donde más temporadas ha pasado es el Tercera División, por todo lo que le rodea debe estar en categoría superior sí o sí, así que una buena gestión es el inicio de todo, pero como ya hemos visto, no es suficiente.
El CD Toledo no puede convertirse única y exclusivamente en una nave llena de jugadores con nóminas muy altas, que vengan de categorías superiores, y que, tras tres, cuatro o veinte partidos, se conviertan en aficionados acérrimos del CD Toledo como si lo fueran desde pequeñitos. Como todo lo que sale bien en esta vida necesita una pizca de sentimiento, de sentir la camiseta, de conocer la historia del escudo... si no amas lo que haces ¿por qué lo haces?
Quería hacer hoy esta reflexión porque creo que es vital que, poco a poc,o las cosas se sigan haciendo igual de bien con la cabeza, pero también que se ponga corazón. Y esa emoción, en forma de actitud, sacrificio, superación y esfuerzo la tienen que poner los jugadores, que son la máxima representación del club y el ejemplo para el que viene desde abajo, pues, además de ser del Toledo, quiere jugar en el Toledo.
En una sociedad tan capitalizada, deshumanizada y digital, se que no es tarea fácil combinar talento con sentimiento, y mucha más que esto dé rendimiento en un deporte tan caprichoso como el fútbol. Pero estoy totalmente seguro que la conjugación de estas dos variables sería el prolegómeno a un proyecto que cada día tengo más claro que, a medio y largo plazo, será un éxito para el club y la ciudad.