Juan Ignacio de Mesa

Barrio de Santo Tomé

Juan Ignacio de Mesa


Carácter

11/03/2024

Dice mi esposa que me está cambiando el carácter. Dado que «casi siempre» tiene razón, me temo que debe ser así. Indico lo de «casi siempre» para dejarme una excusa en alguna ocasión excepcional. El caso es que noto que me estoy volviendo algo intransigente para algunas cuestiones.  Antes de emitir mi opinión sobre algún hecho, solía ponerme en el lugar del otro para poder valorar que razones podía tener para haber actuado de determinada manera. Procuraba entender a mi oponente y era Machadiano en mi forma de actuar procurando no anteponer mi verdad, sino buscando «la verdad». Pero es cierto que ahora tengo algún arrebato de vez en cuando y antepongo mi valoración de los hechos antes de hacer un juicio sobre la validez del por qué otros actúan de determinada manera.
Es más, suelto algún que otro exabrupto, lo que hace que mi esposa, aquí con toda la razón, me llame al orden. Intento comprender por qué me pasa esto. A que es debido este cambio de carácter que me está haciendo abandonar la ponderación a la hora de valorar actitudes y hechos de los demás. Y no es que quiera justificarme, pero algunos argumentos me empiezan a servir de disculpa, lo cual me preocupa aún más. Me digo ¿cómo no voy a reaccionar así, ante el uso de la mentira cómo recurso habitual por algunos personajes?, ¿cómo no voy a explotar cuando veo de qué forma se ningunean las Instituciones del Estado que deben servir para proteger al ciudadano? Y sigo encontrando puntos de partida para exonerarme de responsabilidad en mi cambio de carácter. Y creo que me equivoco. Por mucho que llevemos un par de décadas menospreciando lo conseguido durante la Transición y resucitando la confrontación cómo medio de conseguir el apoyo de unos frente a los otros, no podemos caer en la trampa de hacer habitual la descalificación del contrario cómo único argumento de nuestra actuación. No sé si llegado a este extremo puedo comprometerme a intentar moderarme, pero procuraré volver a mis orígenes procurando buscar la parte buena de las personas, aunque algunos lo ponen francamente difícil.