Que Toledo y Castilla-La Mancha están bajo el foco en estas elecciones del 28M no es un secreto. La trascendencia del momento se hace evidente a cada paso o conversación que se tiene en estos días.
No todo el mundo le echa la misma tasa de interés, pero, de algún modo directo o indirecto, nos atañe poner un poco de atención a lo que ha pasado, lo que está pasando y lo que puede pasar en un futuro cercano.
La alternancia en el poder regional se puso de manifiesto allá por el año 2011, en 2015 Page pactó con Podemos. Se bajó los pantalones y les cedió vicepresidencia y consejería, más decenas de puestos de confianza, a los camaradas de Pablo Iglesias, Monedero, etc.
Antes el votante pensaba que no era posible desbancar al PSOE del gobierno regional. Aquí ya se consiguió y Juanma Moreno en Andalucía lo ha reafirmado hace muy poco tiempo. Es posible cambiar el modo de gobernar, y Paco Núñez afirma que será un cambio de ciclo junto con este cambio de gobierno en Castilla-La Mancha.
Se nota en el nerviosismo por los pasillos y en las malas formas que se gastan en las últimas semanas en las consejerías y direcciones generales muchos lo comentan.
En la calle también se nota, la pasada semana el canal 24h de RTVE emitió en directo desde Toledo. Agricultores afectados por las subidas de costes y la caída de precios, por aumento de impuestos, pedían hablar con Page. Los alejaron amablemente a 400 m, por seguridad. Sin ánimo de ofender, hay más sabiduría en el campo manchego que en los despachos, cuando comenzó a hablar Page sonó una tremenda pitada bajo la ventana de Javier Fortes que, rojo de ira (y conciencia) los insultó gravemente, sin preocuparse en saber quiénes y por qué protestaban (ya saben, contrastar las noticias antes de opinar o informar, periodismo).
Sorprendieron a propios que estaban bajo vigilancia a 400 m, y a extraños, carreras de los agentes lo atestiguan. Todo por la negativa a recibir para dialogar. Arrogancia en grado sumo. Está sobrepasado por las circunstancias, no se siente seguro, tal y como hace Sánchez cada día.
Se necesita un cambio de ciclo, pero sobre todo de actitudes con respecto a los ciudadanos.