Jesús Morales

Nada particular

Jesús Morales


Futuro incierto

25/07/2023

Estoy desolado. El resultado de las elecciones del domingo me parece una equivocación en toda regla y una pifia de gran calado cometido por muchos, que nos tenemos que aplicar por muchos motivos muy variados: desde los votantes rasos la gente dedicada a análisis y estudios sesudos de la realidad social pasando por periodistas y profesionales de la demoscopia.
Creo que la meta prioritaria de mucha gente en los recientemente celebrados comicios era desalojar a Sánchez de su puesto de jefe de Gobierno y por unas cosas u otras no ha sido posible atendiendo a lo que hace tiempo califiqué como la perversión de la democracia, que consiste en que no llega a gobernar el grupo que consiguió más votos sino el que designan tras la jornada electoral un conjunto de partidos o partidillos a posteriori. Creo sinceramente que tal cosa revienta el espíritu de la democracia; para mantener tal espíritu sería imprescindible que cada partido anunciase con claridad a sus votantes lo que piensa hacer con sus votos: aliarse con fulano o con mengano, entregar su posición a tal o cual, alianzas, coaliciones, lo que sea.
Confieso que soy de quienes más que a favor de unos u otros estoy en las filas de quienes tenían como objetivo principal sacar a Pedro Sánchez de La Moncloa, y aunque lo que voy a escribir me fastidie entre mis lectores más sesudos y razonadores, ignoro las virtudes políticas de Sánchez, pero la aversión que siento por él no es tanto algo racional como visceral. Me disgusta hasta la tortura verle caminando al lucir con esos aires de maniquí aficionado sus pantalones pitillo y sus chaquetitas cortas que se diría acaba de quitar a su nene, eso por no hablar de la cara de plástico con mentón imposible aderezado todo ello con una impostura de ocasión. Y sus nunca vistas ansias de poder que seguramente son como las todos los políticos pero que otros se molestan en disimular de algún modo pero que en Sánchez resultan una característica primordial, casi un insulto. Se acordarán que cuando en un debate Feijóo le ofreció un pacto para que gobernase la lista más votada, Sánchez se negó en redondo. Sospechoso y raro.
Para Unamuno «no hay disciplina de partido que puede someter la conciencia de un ciudadano. Es verdaderamente indigno»…»Yo digo que tan desastroso es para los que rinden así su conciencia como para los que aceptan esos votos».
Desgraciadamente me figuro que a lo largo de los próximos días y semanas vamos a asistir a mucho de todo esto con todo lo que conlleva de mala interpretación de la democracia, baste decir que muchos sospechan que habrá repetición de elecciones para solucionar la situación endemoniada que quedó tras las elecciones, o que estamos a un pelo de ser gobernados por los designios de un prófugo de la justicia, un nacionalista catalán y por más señas 'refugiado' en Waterloo. Un verdadero modelo de ciudadano español como pueden comprender.