Ana Nodal de Arce

Me la juego

Ana Nodal de Arce


La «traidora»

02/11/2023

La traidora es un serial venezolano de los años 90, que se desarrolla en el corazón de la Selva Amazónica, y en el que Valeria Montoya, presidenta de una compañía que explota las riquezas naturales de ese entorno, se enfrenta a Morel, médico que lucha por los derechos de los indios. Y llega la traidora, Dayana, la prima de Valeria, ambiciosa y psicópata que urde un plan para quitarse de encima a su pariente y conseguir la Presidencia de la empresa familiar. Como pueden comprobar, queridos lectores, se trata de un folletín en el que los protagonistas actúan guiados por eternas pasiones como el poder, el dinero y, en el caso del bueno, el médico, la solidaridad, los principios, los ideales.
Esta telenovela viene al caso porque en estos días son varios los dirigentes políticos que han tachado de «traidora» a la exalcaldesa Milagros Tolón por aplaudir, con una sonrisa similar a la de una madre cuando se gradúa su hijo, a Sánchez, un personaje que tiene el don de convencer de que lo blanco es negro. Y que, además, logra la adhesión no sólo de quienes viven de sus chiringuitos, sino de muchos militantes que se tirarían por una ventana si lo ordenase su amado líder.
Entiendo que Tolón, ahora definida como «traidora», deba estar agradecida al señor Sánchez. Recordemos que ella, que pensaba gobernar con mayoría absoluta la ciudad imperial, se vio sorprendida aquella noche aciaga del 28 de mayo, por la ingratitud de los vecinos, que le concedieron 11 ediles. Y, sin un 'no adscrito', se quedó en un incómodo y traumático papel de jefa de la oposición, que se tornó en un prometedor puesto número 2 en la lista del PSOE por la provincia de Toledo, gracias a la imposición de su mentor. Pasó por encima de los militantes y se colocó, ufana y orgullosa, con una misión muy clara: molestar a Page, hacerse un hueco, aunque sea a codazos, en ese protocolo que marca dónde debe ir cada autoridad, ya lo hizo en la misa del Sagrario, y acomodarse en la plaza de Zocodover como delegada del Gobierno, una de sus ambiciones. ¿Traidora a Toledo? ¿A quién les recuerda?
No pensemos mal: a lo mejor a la exalcaldesa, que no ha dicho ni pío en ninguno de los tres plenos municipales que se han celebrado en esta legislatura, le quitaba el sueño que unos independentistas catalanes, condenados por sus delitos, estuvieran en la cárcel. Y ahora se encuentra feliz porque van a salir libres como el viento. ¿O los aplausos a Sánchez tendrá otra motivación?
Mientras, el otro intérprete del serial, Page, acudió al cónclave socialista a decir lo que pensaba. Y se quedó enfadado, indignado y más solo que la una. Y tachado de «desleal» por quienes no consienten que el PSOE, partido tradicionalmente rico en opiniones, se salga de las líneas que ha marcado el sanchismo, degenerando hacia una secta, en la que sólo cabe aclamar al todopoderoso líder. Y si dice ese caudillo que mañana es Navidad, pues se asiente. Y nada más que hablar. Lo malo es que ese grupo va a gobernar España. Sería de agradecer, pues, que Page pusiera sus principios por encima de los intereses de su desviado partido y así estaríamos convencidos de que en España se gobierna con dignidad. Ahora, no lo veo.