Enrique Bunbury romperá su retiro de los escenarios para ofrecer 10 conciertos hasta 2024, cinco a finales de año y otros cinco en verano del próximo, según desveló el cantante zaragozano durante la presentación de su nuevo trabajo, Greta Garbo.
«Creo que la fórmula de unos pocos conciertos me atrae mucho más que una gira, que queda descartada. En eso estamos», declaró el artista, que deja de esta forma la puerta abierta a volver a actuar bajo un prisma diferente.
Fue a principios de 2022, en medio del tour de su 35 aniversario en la música, cuando Bunbury (Zaragoza, 1967) comenzó a sufrir una tos convulsiva que le impedía dormir. Fue el primero de varios síntomas (causados como luego supo por un elemento químico presente en el humo de los shows) que le llevaron a apartarse de los escenarios y a centrar su actividad solo en el apartado discográfico.
¿En qué medida Greta Garbo ha sido una auténtica musa inspiradora de estas canciones, más allá del título del disco?
Su actitud ante su abandono de la actuación estuvo circulando durante la composición del álbum. Muchas de las canciones las compuse en ese período en el que todo se tambaleaba y tuve que cancelar todos mis compromisos. Abandonar, despedirte, comenzar un nuevo capítulo de tu vida, es parte importante de este disco.
¿Por qué fases ha pasado en ese proceso: incredulidad, rabia...?
Sí, y también esperanza ante un horizonte nuevo. Escribir, pintar, seguir componiendo... Me di cuenta de que era realmente lo que más me apetecía en este estadio de la vida. He realizado muchas giras y he tocado en los mejores y peores escenarios que puedas llegar a imaginar, sin embargo, el proceso creativo sigue siendo el motor de mi vida, además de cuidar de mi familia.
Los síntomas que sufrió, ¿pudieron responder también a una causa psicológica?
Yo creo que más bien fue que lo psicológico fue una consecuencia de lo que me ocurría. La frustración de enfrentarme cada día durante una gira a las dificultades obviamente llegó a quemarme. Llegué a la conclusión de que no merecía la pena, que había otras cosas que me apetecían mucho y para las que no tenía problema alguno.
¿Ha llegado a aceptar plenamente esa renuncia a los escenarios?
He llegado al punto de no pensar en las giras. No quiero comprometerme a nada que suponga una planificación a tan largo plazo. Prefiero pensar en grabar discos y componer material para mí y para otros, además de seguir publicando algún poemario.
¿Ha acudido a ayuda profesional en ese proceso?
No, gracias. Supongo que habrá a quienes por sus circunstancias les pueda venir bien y servir de ayuda. También los habrá que hablen con su párroco o rabino y salgan aliviados y encaren sus días con un enfoque más claro.
Por el punto de partida uno podría pensar que va a enfrentarse a un álbum con cortes tortuosos, pero en realidad rítmica y melódicamente es un disco vivaz. ¿Por qué cree que salió así?
Supongo que el peso de la esperanza fue mayor finalmente que el de la desesperación. También creo que los músicos, el estudio y el productor ayudaron a enfocar los temas de una manera mucho más fresca y dinámica de lo que podría haber sido.
¿Por qué escogió a Adán Jodorowsky como productor?
Hablé hace tiempo con él de ponerme en sus manos, pero yo acostumbro a ser el productor de mis álbumes. Cuando todo se paralizó pensé que era el momento para que otro ofreciera su punto de vista de mi música. Adán grabó discos muy interesantes en solitario y ha producido trabajos de León Larregui y Natalia Lafourcade que me encantaron. Su capacidad para entender al músico y llevarlo a un lugar interesante, sin barroquismos, me fascina.
Uno de los temas se llama Para ser inolvidable. En general hay un ansia en casi todos los artistas por forjar un legado indeleble el día que se retiren, especialmente ante momentos como el que acaba de vivir. ¿De qué se siente más orgulloso de su carrera?
No soy muy de mirar atrás. Hago discos porque es mi forma de vida. Me gusta encerrarme en mi estudio y escribir canciones e intentar con cada álbum mostrar un prisma nuevo de mi personalidad. Me siento honrado de haber grabado álbumes y canciones que han llegado a tocar corazones de públicos tan diversos en Europa y en América. Tan lejos y tan cerca.
El disco se cierra con un tema titulado Corregir el mundo con una canción. ¿Usted pudo corregir su mundo actual con estos temas?
Las canciones son efectivamente curativas, sobre todo las de los demás. Me apasiona la música y disfruto mucho escuchando el trabajo de mis compañeros, tan talentosos. Mis canciones me ayudan a explicarme mejor. Siento que lo creativo dice más de ti mismo que un mes de entrevistas.