El toledano Christian López y el neoyorquino Ashrita Furman comparten una pasión: los récords Guinness. El de Cabañas de la Sagra acumula ya 22 y para esta temporada está preparando nuevas tentativas, mientras que el estadounidense llegó a apuntarse unos 700 récords, aunque a día de hoy solo conserva más de 200. La diferencia es que uno tiene 65 años y el otro 31, con toda la vida por delante.
Desde luego que entre sus objetivos está acercarse, si es posible, a Furman. Por eso, después de probar varias modalidades, el atleta cabañil está preparando dos nuevos para el próximo mes de noviembre. Será el mayor número de jumping jacks, o saltos con separación de piernas, en un minuto y en una hora. Ya está afinando en los entrenamientos a pesar de la dificultad, ya que le piden 103 en un minuto y 3.187 en una hora.
Como Ashrita Furman, Christian López ha tocado todos los palos a la hora de configurar sus desafíos. Si es verdad que comenzó enfocándolo a su especialidad, las carreras verticales, con el mayor número de subidas a uno de los torreones del Alcázar de Toledo (hizo 41), pero luego fue diversificándose en distancias de ‘retrorunning’ (carrera hacia atrás) y en hacer malabares mientras sube escaleras o corre. Además, se ha atrevido a mantener el equilibrio durante un tiempo prolongado con un palo de escoba sobre la nariz. También introdujo sentadillas y hasta una carrera de velocidad con aletas de natación.
Le queda mucho por delante porque Furman, que se cambió el nombre de nacimiento (Keith) por el de Ashrita, que en sánscrito singnifica ‘protegido de Dios’, ha sido el más rápido en recorrer una milla sobre una pelota canguro. También ha mantenido el mayor número de vasos en equilibrio sobre la barbilla o ha realizado el mayor número de juegos de rayuela en un día.
en varios países. En su palmarés también tiene otros récords como el de ser el primero en cruzar la Gran Muralla China subido en una bola canguro o el partirse el mayor número de sandías en el estómago durante un minuto (26). Asimismo, es el hombre que ha realizado más sentadillas en una hora en la Torre Eiffel. Incluso, se ha atrevido con malabares debajo del agua. Consiguió mantenerse durante 48 minutos.
Tiene la peculiaridad de que sus hazañas las ha repartido más de 40 países diferentes, pues tampoco se le resistió el récord de hula hoop en pleno desierto de Australia.
Otras son inimaginables y complicadas hasta de realizar, como la mayor escultura realizada con palomitas de maíz, las más de siete horas seguidas haciendo ‘spinning’ o la más de una milla que recorrió en un monociclo bajo el agua.
Pero para entender mejor su locura bastante saber que en 2017 anduvo 48 metros y 85 centímetros con una cortadora de césped sobre su mentón. Y todo esto en marcha. Y salió indemne.