El movimiento vecinal de Toledo arrincona a los agresores

J. Monroy
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Las Asociaciones Vecinales ofrecen sus sedes como 'Puntos Violeta'. Inciden en la importancia de la denuncia y piden más implicación a las administraciones

El movimiento vecinal de Toledo arrincona a los agresores - Foto: Yolanda Lancha

El movimiento vecinal de Toledo cerca al machismo y arrincona a los agresores. Lo hace con sus declaraciones, pero también con sus hechos, como ha quedado claro este martes durante la concentración mensual del Consejo de la Mujer contra la violencia machista. «En la Federación de Asociaciones Vecinales de Toledo 'El Ciudadano', en la Asociación Vecinal 'La Verdad' y en el resto de las asociaciones que componen la Federación, tenemos claro que detener la violencia machista, avanzar hacia una sociedad libre de esta lacra, eliminar de la vida cotidiana expresiones y actitudes que atentan contra la mujer por el hecho de serlo y acabar con los roles que perpetúan la discriminación y la cosificación de las mujeres es una responsabilidad también del Movimiento Vecinal», han explicado en el comunicado, leído en nombre de la Federación por Esther Arroyo (La Verdad) y Mari Luz Santos (Coordinadora del Casco).

Arroyo ha recordado que «por eso, con el objetivo de poner cerco al maltratador y acercarnos a las mujeres víctimas, facilitando información y apoyo, estamos habilitando cada una de nuestras Sedes de las Asociaciones Vecinales en todos los barrios de Toledo, como 'Puntos Violeta' contra la violencia machista.

Después de dos mujeres asesinadas en marzo, que suman once en lo que va de año, Arroyo valoró que «la violencia machista es la consecuencia de esa desigualdad estructural y de la falta de reconocimiento hacia las mujeres, y los asesinatos representan la escenificación más extrema y brutal de la desigualdad». Entiende, por lo tanto, que La defensa de la igualdad real y efectiva y la erradicación de la violencia de género «debe ser una prioridad de todos, por responsabilidad y porque así lo exige la gravedad de la realidad del día a día de miles de mujeres y de sus hijos e hijas menores, que viven en esa violencia y que, en algunos casos, son también asesinados para infligir el mayor daño posible a sus madres».

Nadie, por lo tanto, puede mantenerse  al margen de la lucha contra la violencia sobre la mujer, «porque es un mal que arremete contra la sociedad de forma indiscriminada; un acto detestable que descalifica a quien lo realiza pero también a quien lo tolera. La especial incidencia de la violencia machista en España, debe avergonzarnos como sociedad, y requiere de una respuesta global contundente; debemos impedir los intentos de justificar, minimizar, banalizar u ocultar la violencia de género y denunciar cualquier tipo de maltrato hacia las mujeres y arrinconar a los agresores», apuntó.

Corresponsabilidad. En el mismo tono, Santos recordó que los vecinos son los más cercanos después de la familia. Las víctimas que «siguen padeciendo esta terrible y dolorosa situación en soledad, por eso pensamos que nuestras sedes, al estar en todos los barrios resultan un punto de información y ayuda cercano al domicilio de quienes lo sufren. Nuestros programas y actividades, son generalistas y dirigidos a varios sectores de población, lo que ayuda al enmascaramiento y la discreción de la demanda de quienes recurren a las Asociaciones, que puede ser por cualquier motivo o cualquier interés no específico de un área».

De las once mujeres asesinadas en lo que va de año, solo tres habían denunciado previamente. Las ocho restantes no lo habían denunciado, destacó Santos. De ahí que insistiera en la importancia de la denuncia, «nosotros mismos a nivel individual, también podemos denunciar en caso de violencia machista si la víctima no encuentra la fuerza necesaria para romper con esa difícil situación».

Y más allá de una sociedad como agente activo, Santos pidió unas políticas públicas fuertes, que pongan freno a la violencia, reconozcan los derechos de las víctimas y se traduzcan en recursos. «Es fundamental exigir el pleno desarrollo de las leyes para prevenir y erradicar la violencia contra las mujeres. Las leyes existentes son un instrumento importante para proteger los derechos humanos de las mujeres, pero su efectividad depende en gran medida de su implementación adecuada y completa», apuntó. También incidió en  que los gobiernos y las autoridades judiciales tomen medidas concretas para garantizar la aplicación efectiva de las leyes destinadas a proteger a las mujeres. Esto implica una serie de medidas, como la capacitación de los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, «exigimos los recursos necesarios para los servicios de atención a las víctimas, y la creación de mecanismos de monitoreo y evaluación para medir el impacto de las políticas y programas». Además, es importante asegurar que las leyes sean sensibles a las necesidades y específicas de las mujeres, y que incluyan medidas de protección eficaces, tales como órdenes de alejamiento, servicios de apoyo y asesoramiento, y medidas de seguridad y protección en el trabajo y en el hogar. Finalmente, pidió canales de denuncia seguros y confidenciales, y la eliminación de barreras culturales.