«La trata es un negocio turbio que da de comer a delincuentes»

M.G.
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La directora toledana acaba de ser galardonada con un Goya al mejor cortometraje documental por 'Ava'. Repasa en La Tribuna la falta de leyes contra la trata y la prostitución, aborda el sufrimiento de las víctimas y cuenta sus próximos proyectos

La directora y actriz Mabel Lozano la noche de los Goya - Foto: Efe/Mariscal

A Mabel Lozano se le pasaron muchas cosas por la cabeza camino del escenario tras escuchar su nombre como ganadora de un Goya por 'Ava', el mejor corto documental, una historia sobre la trata sexual de mujeres y niñas con discapacidad. «El corazón salió corriendo y yo detrás de él», cuenta en versión resumida y todavía con la resaca de uno premio de los grandes, de esos que se escriben con mayúsculas en el cine español. Mabel no es una novata en la gran pantalla y aunque mucha gente la conozca por haber sido presentadora de televisión lleva desde 2005 firmando documentales detrás de las cámaras.

Aquella noche de alfombras rojas el 10 de febrero esta toledana se sentó en su butaca con más nervios que la primera vez que recibió un Goya por 'Biografía del cadáver de una mujer'. Cuando escuchó su nombre le entraron muchas ganas de decirle gracias a sus compañeros por haberla votado para alzarse con un segundo 'cabezón', pero prefirió ceder el protagonismo a su causa y limitarse a visibilizar en poco más de un minuto la trata y la prostitución. No solo se lució ella, también el dramaturgo Víctor Hugo tuvo su momento de gloria con una cita de Los Miserables a través de sus palabras. No hubo mejor manera de agradecer y de despertar conciencias en una noche muy reivindicativa.

En la reciente edición de los Goya recibiste el premio por 'Ava', como mejor corto documental. ¿Cómo te sientes teniendo un segundo 'cabezón' en la estantería? 

Hace más ilusión este segundo premio que el primero. No es lo mismo ganar un Goya en tu casa, como ocurrió en el primero porque estábamos en pandemia, que en la gala. En aquel momento yo estaba en mi habitación, con mi perro, que ladró y tuvo el momento de gloria cuando se dijo que el documental ganador era 'Biografía del cadáver de una mujer'. Esa vez me hizo mucha ilusión ganar un Goya en una sala con 2.800 personas. Se te sale el corazón del pecho y tu vas detrás corriendo para intentar cogerlo.

También con el primer premio todo el mundo daba mi documental por ganador y había cuatro nominados, esta vez eran cinco, uno más, y lo complicaba. Con 'Ava' no estaba tan claro, había trabajos muy buenos y estaba muy reñido. Fue un momento único y no se vio que momentos antes estaba gritando como una loca de alegría.

Te preparaste el discurso a conciencia sabiendo que la cita de Víctor Hugo -La esclavitud todavía existe, pero ahora solo se aplica a las mujeres y se llana prostitución- iba a tener una gran repercusión.

Sí. Siempre me lo preparo todo. En ese minuto de los Goya es necesario recordar una y otra vez que la esclavitud tiene rostro de mujer, de niña, tiene rostro de AVA, que existe y está detrás de esa rotonda, esos polígonos, esos clubes y esos pisos. Se ha levantado muchísima polémica y es porque cuando tú dices trata y trata sexual la gente lo entiende mucho más que cuando dices prostitución. Y me pregunto, ¿la gente cree que las víctimas de trata sexual están haciendo magdalenas en una panadería o vendiendo hilos en una mercería? Las víctimas de trata sexual están siendo prostituidas. La gente dice que está en contra de la trata, pero mucha no lo está de la prostitución. ¿Habría trata de sexual sin prostitución? No. 

También se ha generado mucha polémica con la cita de Víctor Hugo y fue uno de los grandes feministas del siglo XIX, un hombre que hablaba de igualdad. Y esa frase de Los Miserables si hubiera querido escribirla esta mañana lo podría haber hecho y sería totalmente contemporánea.

Algunas personas me han dicho que por qué no aproveché y hablé más tiempo, pero no quise porque hubiera quitado la fuerza de esa frase de Víctor Hugo. También me han dicho que por qué no se lo dediqué a las víctimas de trata, pero al final a ellas les he dedicado los últimos veinte años de mi vida.

Y no hay dos Goya sin tres...

Claro... No hago películas y documentales para ganar Goyas. Lo cierto es que da muchas alas y hay que pensar que el premio por 'Ava' no lo eligió un jurado de diez personas, lo eligió más de 2.000 personas que son tus compañeros. Está claro que cuento con el cariño, admiración, respeto y el voto de mis compañeros porque se resume en dos Goya. 

El lema de los Goya fue potente con ese 'Se acabó'... Imagino que igual que se ha dicho basta a la violencia sexual, a los abusos en el cine y demás te gustaría que también pudiera pronunciarse por la trata.

Me gustaría mucho, pero no tiene buena pinta en absoluto. Tenemos un Gobierno progresista que ha dicho en muchas ocasiones que va a hacer una ley integral contra la trata, pero, de momento, no lo parece. Yo he estado reunida con la ministra de Igualdad para llevar a cabo una reforma legislativa que contenga todas las caras del proxenetismo y eso parece que sí va a ir para delante. Pero no habrá una ley contra la trata que aborde la prevención, la reinserción y las dote a ellas de derechos. Nadie dice nada.

¿Y las reticencias vienen porque al final se trata de un negocio que da mucho dinero y de comer a mucha gente?

Sí, sin duda. Es un negocio turbio que da de comer a mucha gente, pero da bien de comer a la delincuencia. Hay que tener claro que es un delito, que está vinculado a la trata, y mantiene cerradas las bocas en muchísimos lugares de origen donde captan y que con las pocas remesas que llegan, las familias se conforman en comunidades de Paraguay y de Colombia.

La explotación de las madres y de las hermanas las de comer y las familias a veces se convierten en proxenetas y consienten.

En este caso, hay un sistema que se perpetúa y si tú eres mujer y pobre siempre sabes que puedes ser puta. Lo que no hacemos es políticas en esos lugares para que esas mujeres puedan elegir y tengan opciones. Ninguna mujer nace para puta. La pobreza, la violencia, la falta de oportunidades, la discapacidad, etc, te abocan a la prostitución y las leyes españolas, sobre todo, las de extranjería, tampoco ayudan. Una mujer inmigrante llega aquí y tarda en conseguir tres años los papeles para poder trabajar. ¿Y mientras qué haces para que tus hijos coman? O te explotan en el campo, en el servicio doméstico o en un prostíbulo y la prostitución es lo que menos requisitos tiene.

¿Las reticencias también pueden venir porque el ámbito político tampoco está limpio en relación a la prostitución? 

Los políticos consumen prostitución, pero también los albañiles, los arquitectos, los mecánicos y otros muchos profesionales. Un 38% de los hombres reconoce que consume prostitución, es decir, 8,5 millones en España. El problema es la normalización y se ha enquistado. Además, los hombres piensan que tienen derecho por costumbre, pero la sexualidad no es un derecho, es un deseo. Si hablamos de países como el nuestro, donde los derechos civiles son tan importantes y trabajamos por la igualdad real entre hombres y mujeres, ¿ realmente la prostitución es igualdad?

También hay quien dice que hay hombres que se prostituyen, pero no tiene nada que ver y esa prostitución es para hombres también y ellos no tratan igual a una mujer que a su igual. Las mujeres hablan de la violencia que ejercen los hombres, las insultan, las pegan... Una mujer de Las Palmas me contó una vez que a ella la trataban como si fuera un saco de carne y esa es la realidad. 

Son necesarias más leyes. Incluso algunos ayuntamientos, como el de León o el de Albacete, ya han iniciado el camino con medidas contra la prostitución. Imagino que también ayudará empezar por la base, por la administración cercana.

Sí. Hay mucho más movimiento a nivel local y de ciudades que a nivel nacional. En Cataluña hay municipios libres de trata y se han adherido muchos pueblos pequeños. En Valencia hay un movimiento, el Front Abolicionista, muy activo. Cuando la ciudadanía se mueve el mundo se mueve. 

El movimiento feminista en Madrid pedirá este 8-M la abolición de la prostitución. ¿Asistirás?

No puedo porque estaré en Cartagena de Indias, Colombia, invitada por el Gobierno español y el colombiano para estar en una mesa de trata e impartir una conferencia con líderes de todo Latinoamérica. Realizo un trabajo transversal y me llegan muchas historias porque trabajo mucho en los países de origen, en Bolivia, Colombia, Paraguay y México... Y es muy importante estar en esta jornada para decir que la falta de oportunidades de las mujeres hace que las mujeres se estén yendo y nosotros las estemos recibiendo en tropel.

De todas formas, llevamos mucho tiempo haciendo eco de ello. La trata, la prostitución y la pornografía es el triángulo de las Bermudas y la gente está empezando a entender ahora que no se pueden separar. Las mujeres hemos estado en las manifestaciones desde hace muchos años.

¿Qué lectura haces ahora de 'Ava' que no se podía hacer aún cuando el proyecto se inició?

En 'Ava' he tenido la gran suerte de escribir el guión con Isabel Peña, la guionista de cabecera de Rodrigo Sorogoyen, y tiene dos Goya. En 'Ava' me acerqué con una herramienta muy clara porque yo no hago pornografía del sufrimiento de las personas y no puedo porque soy una humanista.

'Ava' es muy bonito cinematográficamente y la gente me pregunta cómo es posible acercarse al sujeto del dolor con tanta belleza y respeto. La gente el día de los Goya me decía que si ven mis películas saben que son mías. Por fin, en 'Ava' se ha demostrado que tengo un estilo que me caracteriza, pueda gustar o no, como lo tienen Isabel Coixet, Buñuel o J. Bayona. Y también le pasaba a los directores antiguos, como Fellini y no es que me quiera comparar con ellos, en absoluto. 

Además, se ve que me acerco al sujeto con lazos muy amplios y con mucho respeto, amor y belleza. 'En biografía del cadáver de una mujer' empezaba con un plano del hijo de Yamiled Giraldo, la mujer asesinada a tiros, remando con unas traineras en San Juan de Luz, un plano preciosísimo. En cambio, con 'Ava' me acerqué de otra manera y rodé con drones en los acantilados de Santander, con lo que mi estilo ya es fácil de reconocer.

Hablando de datos. En el año 2022  tanto la Guardia Civil como la Policía Nacional liberaron casi 1.200 víctimas de trata y desarticularon casi 80 grupos criminales. ¿Qué te dicen estos números?

Esos números me dicen que la mayoría de los proxenetas están en la calle y los clubes y los pisos no se han cerrado y siguen funcionando. Y un porcentaje altísimo de las víctimas ha vuelto a la prostitución porque no se les ha dado ninguna alternativa. Así de bestia es la cosa.

En el primer informe sobre prostitución en Canarias, firmado por una profesora canaria llamada Esther Torrado, hace cuatro años, se avanzaba que la pornografía y la falta de educación sexual hace que los jóvenes vean la prostitución como una forma de ocio. ¿Es fuerte también, no?

Es amiga mía y ese dato ya lo dije yo hace muchos años. La pornografía es un incentivador de la prostitución, pero hay que poner una pica en Flandes por los chavales jóvenes porque no tienen ni idea de trata sexual, nadie les ha hablado de ello y son nativos digitales. Tampoco les ha hablado nadie de sexualidad en su entorno familiar, con lo que para ellos la prostitución es ocio, divertimento. 

La pornografía es un supermercado de cuerpos, y los adolescentes o la buscan o la propia pornografía les busca a ellos. Y una vez que se está consumiendo después hay que practicarlo y a veces lo que ven en la pornografía no se lo pueden pedir a un igual o a veces no tienen pareja y les cuesta establecer una relación y acuden a la pornografía. Al final, están llegando a la prostitución jóvenes de veintitantos años que se van de putas y lo que hay que preguntarse es el motivo por el que un chaval de esa edad acude a la prostitución en una época de tanta libertad sexual. ¿Cómo es posible? También las mujeres cuando llegan chavales jóvenes a los clubes o a los pisos se ocultan y no quieran salir y eso es porque les piden lo que están viendo en la pornografía.

Hay muchas maneras de ser activista. Para volcarse tanto como llevas haciéndolo durante veinte años, ¿hay que ser valiente?

No. Hay que ser constante y currante. Valiente es Yamiled Giraldo, que denunció al proxeneta que la había captado y explotado y la asesinaron  a tiros en un pequeño pueblo de Pamplona. Eso es la trata y la prostitución y ella era una mujer valiente.

Y hablando tan claro todos estos años... ¿Nunca has recibido ninguna amenaza?

No te lo diría nunca. Al final, titularías la entrevista como si yo fuera una santa y está claro que para valiente Yamiled Giraldo que, a pesar de ser una víctima de trata y una mujer colombiana, se atrevió a denunciar y le costó la vida. Ella tenía una vida, eso nunca hay que olvidarlo, que le arrebataron a tiros. Con eso es con lo que hay que quedarse. 

¿Tienes en mente un nuevo documental?

Tengo proyectos maravillosos. Estoy embarcada en uno basado en mi libro 'El proxeneta' para una serie de televisión. También estoy haciendo  un corto de animación, que se llama 'Lola, Lolita, Lolaza', sobre el cáncer de mama, pero concretamente sobre mi propio viaje del cáncer de mama y el de millones de mujeres en el mundo a través de mi voz. Y Rozalén, mi paisana manchega, nos ha hecho una canción maravillosa. Es un corto increíblemente bonito.