La provincia de Toledo cerró el segundo trimestre del año con 48.400 personas personas paradas, la cifra más baja desde el tercer trimestre de 2008, el punto que marcó el inicio de la gran recesión económica. Se trata, por tanto, del mejor de dato de desempleo en tres lustros, una cifra que apunta a un comportamiento expansivo del mercado de trabajo y certifica el impacto individual que el crecimiento económica posterior a la pandemia está teniendo. La tasa de paro cae hasta el 13,4%, un dato aún superior al de la media regional (13%) y también por encima del promedio nacional (11,6%).

Mediado el año, hay 9.000 toledanos en el paro que en el segundo trimestre de 2022. Respecto al dato de los tres primeros meses de 2023, la provincia reduce el número de parados en 10.900 personas, una de las mayores caídas de la serie histórica -más allá de los súbitos vaivenes que provocaron las restricciones y aperturas durante los estados de alarma. La bajada del paro, además, repercute con más intensidad entre las mujeres. Entre abril y junio, 7.700 toledanas abandoran el desempleo. La falta de empleo, sin embargo, sigue afectando más al sexo femenino: hay 27.900 paradas y 20.400 parados. La tasa de paro masculina se sitúa en el 10,3%, mientras que la femenina escala hasta el 17,2%.

La población activa, una categoría que engloba a todas aquellas personas en edad de trabajar que lo hacen o buscan un empleo, incluye a 359.900 toledanos, lo que supone un leve aumento respecto al trimeste anterior (+1.300 personas) y un registro similar al que se ha venido contabilizando en las últimas actualizaciones estadísticas. Entre las personas que forman parte del mercado laboral o aspiran a estarlo en la provincia hay 197.800 hombres y 162.200 mujeres.

Casi dos de cada tres trabajadores en la provincia lo hacen en actividades vinculadas con el sector terciario (65,4%). Los trabajos que se engloban en el sector servicios despuntan como los más intensivos en mano de obra. La industria concentra el 15% de los empleados y la construcción, un ámbito en el que se llegaron a emplear el 19,3% de las personas activas activas de la provincia en 2008, se queda en el 8,3%. La agricultura, un sector importante en el medio rural y puntal para la fijación de población en áreas menos pobladas, reúne al 4% de los toledanos que trabajan o buscan empleo. El 7,1% restante corresponde a parados que buscan su primer empleo o que lo han perdido hace más de un año.

Por su parte, la población inactiva, un epígrafe del que forman parte aquellos individuos en edad laboral que, por su condición de jubilados, rentistas, dedicados a las laborales del hogar o estudiantes, han renunciado a emplearse, se situó en los 227.600 toledanos, algo menos (-1.500 personas) que al final del trimestre anterior. En este colectivo, las mujeres representanel 57,4% del total en la provincia, con 130.700 vecinas alejadas de cualquier desempeño profesional.

Además, la cifra de ocupados escala hasta las 311.600 personas, el mejor dato de la serie histórica tras el obtenido en el cuarto trimestre de 2021, cuando 312.400 toledanos disfrutaban de una actividad remunerada. La ocupación también muestra un claro sesgo masculino, con 177.300 ocupados y 134.300 ocupadas.