"Esperamos que el BIC inspire a las futuras generaciones"

La Tribuna
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El Ayuntamiento celebra el reconocimiento a los Danzantes y Mayordomos, parte "integral" de la identidad cultural e histórica local

"Esperamos que el BIC inspire a las futuras generaciones"

El Ayuntamiento de Méntrida está de celebración después de sus Danzantes y Mayordomos hayan sido oficialmente reconocidos como Bienes de Interés Cultural (BIC) en la condición de Bien Inmaterial por el Gobierno de Castilla-La Mancha.

"Este importante logro resalta la relevancia y la singularidad de una tradición profundamente arraigada en el municipio", según ha informado el Ayuntamiento en nota de prensa.

El alcalde, Alfonso Arriero, ha destacado que "este estatus de Patrimonio Cultural Inmaterial es un testimonio tangible del amor y la dedicación que los mentridanos han invertido para mantener viva esta preciada tradición".

"Esperamos sinceramente que este reconocimiento inspire a las futuras generaciones a valorar y preservar este tesoro invaluable que constituye una parte esencial de nuestro legado cultural", ha concluido el edil.

Los Danzantes y Mayordomos de Méntrida son una parte "integral" de la identidad cultural e histórica. Su reconocimiento previo como Bien de Interés Turístico Regional ya había aumentado su visibilidad, y ahora, con la distinción de BIC, se destaca aún más su valioso papel en la preservación de las raíces locales.

Esta tradición, "llena de significado y simbolismo", se caracteriza por sus trajes artesanales cargados de historia, los rituales de sus danzas y alardes, y las melodías populares transmitidas de generación en generación.

El grupo de los Danzantes está compuesto por once personas, entre ellas el alcalde o maestro de la danza, los ocho danzantes y los dos instrumentistas.

La composición actual de los Mayordomos es similar a las soldadescas rituales castellanas barrocas; al frente del grupo hay un capitán, a cuyo mando se encuentra un alférez y una docena de soldados, cuatro de los cuales tienen a su cargo marcar el ritmo de la marcha procesional a los sones de tambores y cornetas.

Completan la formación los mochilleres, que cumplen la función de pajes del capitán y del alférez que es quien realiza los bandeos.

Los trajes de los Danzantes representan la "riqueza y profundidad" arraigadas en esta tradición centenaria. Estas vestimentas se caracterizan por el predominio del color blanco, realzado con elementos complementarios en tonos rojos, si se trata del Traje de Campo, o en azul, si es el Traje de Gala.

El atuendo rojo se reserva para la procesión del 25 de abril, mientras que el azul se utiliza en el resto de actuaciones. Estos colores están "intrínsecamente" ligados a la simbología cristiana, el blanco evoca la pureza, el rojo representa el sacrificio y el azul refleja la divinidad.

Los Mayordomos, portando sables como armamento característico, han transitado a lo largo de la historia utilizando diversas armas como picas, alabardas y arcabuces.

La elección de la alabarda refuerza su papel como escolta y guardia de la Virgen, mientras que el uso de arcabuces o trabucos encuentra su razón en las salvas de honor, ejecutadas durante los bandeos dirigidos por el alférez.

Su rol adquiere suma importancia, ya que se encargan de escoltar a la Patrona durante las procesiones, infundiendo solemnidad y devoción a estos momentos excepcionales.

En Méntrida, los danzantes ejecutan hasta once variaciones de bailes, dentro de las danzas ambulatorias con castañuelas y danzas de paloteo. También alardes como Los Puentes, Los Pinos y el baile del Cordón.