Un gol de penalti de Asier Villalibre en el minuto 129 le ha brindado el ascenso al Deportivo Alavés este sábado ante el Levante en el Ciutat de València, el estadio donde consumaron el descenso el curso pasado y donde han conseguido su regreso a Primera División ante un rival al que le valía el empate.
El Alavés, que necesitaba un gol para meterse en la eliminatoria, salió a morder y propinó el primer susto al Levante en el minuto dos tras un mal despeje de Rober Pier en el área con el que se hizo Rioja y, pese a que no finalizó, sirvió de aviso para el equipo de Javi Calleja, al que pese a que le valía el empate en una hipotética prórroga, no salió a especular.
El Levante, tras un córner mal ejecutado por el Alavés, armó el contraataque con De Frutos, que se marchó solo, pero el exlevantinista Duarte se anticipó para robarle el esférico y, de inmediato, Villalibre lo intentó con un chut que se perdió por encima del larguero.
El juego estaba descontrolado y con ambos equipos buscando el balón para atacar y llegar lo más rápido posible a portería contraria hasta que el Levante intentó bajar el ritmo del partido y controlar el juego. A los azulgranas les costó, pero pasado el cuarto de hora comenzaron a encontrar a Joni Montiel, que sirvió una falta que él mismo recibió y que Vezo no llegó por centímetros a empujar.
Pero la sensación de control fue momentánea. El Alavés, mucho más suelto, metido y cómodo que su rival, tuvo la ocasión más clara del partido en el minuto 31 con un tiro de Tenaglia que tapó con el cuerpo Rober Pier, que se lanzó con todo y se golpeó con el poste para evitar el gol.
La presión del equipo de Luis García Plaza incomodaba a un Levante impreciso y nervioso en el último tramo que demandaba a gritos el descanso. Nada más comenzar la segunda parte, el Alavés prolongó su buen momento de forma con una doble ocasión de Miguel y Rioja que salvó Femenías sacando el segundo disparo con el pie.
Mientras, el Levante seguía como terminó el primer tiempo: inofensivo. El equipo azulgrana no era capaz de armar el ataque ante un Alavés fuerte en la presión, y con un gran Guridi en la recuperación, e insistente en ataque. El conjunto babazorro lo intentaba de todas las maneras, desde larga distancia, con centros al área, con pases filtrados… Pero sin puntería.
Calleja dio entrada a Soldado y Wesley, artífices de la jugada de más peligro del Levante en el partido. De la asociación de ambos salió un chut de Joni Montiel que se estrelló en Sedlar (m.68) y Sivera salvó el gol de De Frutos (m.74).
La entrada de los dos delanteros revivió al Levante, que se volcó en ataque y encadenó ocasiones peligrosas con un testarazo de Wesley que atrapó Sivera, pero un error de Pubill casi le cuesta el gol al equipo valenciano, que vio como el disparo de Rebbach se marchó rozando la madera cuando atravesaba su mejor momento.
El partido, al borde de la prórroga, entró en un tramo peligroso y de descontrol en el que los babazorros merodearon más el área que el Levante, pero sin poner en problemas a Femenías, que mantuvo el empate para llegar a la prórroga en la que al Levante le valdría el 0-0 sin penaltis para ascender.
Pero el conjunto local no quería sorpresas y De Frutos trató de asegurar la permanencia con una potente volea que se estrelló en el larguero (m.100).
Entre una tensión que aumentaba y un juego que se ensuciaba cada vez más ambos equipos trataron hacer su partido en un final de infarto que tuvo un travesaño de Pepelu en el minuto 120, un chut de Toni Moya que Femenías sacó con el pie y un penalti a favor de el Glorioso por mano de Rober Pier que Villalibre convirtió en el 129, sin tiempo para el empate del Levante, un resultado que le servía.