Una oportunidad contra la crisis

J. Monroy / Toledo
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Los artesanos continúan alabando a Farcama como la mejor feria de España y una oportunidad para remontar en la crisis, a pesar de que haya menos stands y menos ventas

Una oportunidad contra la crisis - Foto: David Pérez

Soraya Duque viene desde Altea, y visita Farcama por primera vez. Lo suyo son el diseño y la manufacturas de joyas, y la crisis le está afectando mucho. De ahí que, poco a poco se esté volcando en las ferias, tanto a nivel nacional, como en muestras internacionales de artesanía, como la de Munich. «Me ha sorprendido muchísimo, y estoy muy contenta, porque se nota mucho la organización, que lo han hecho con mucho empeño, y cuidando los mínimos detalles», afirmaba ayer, mientras daba los últimos retoques a su puesto. Se ha fijado mucho en los colores de la feria, su diseño y grandes espacios. Y se muestra muy agradecida con el buen trato recibido hasta el momento, tras llegar tarde y de madrugada desde Alicante y no encontrarse con ningún problema.

Desde hace más de treinta años, Farcama sigue siendo un magnífico escaparate y una oportunidad de negocio para muchos artesanos. Y en estos momentos de crisis lo siguen siendo, a pesar de que los recortes también hayan llegado allí.

Un veterano como Mario, que lleva exponiendo su cerámica de Puente del Arzobispo en Farcama desde hace diecisiete años, apunta que se ha encontrado con menos stands, y se lamenta que este año tengan que pagarse la alimentación. A la espera del primer fin de semana de feria, apunta que la crisis se está notando mucho en el sector, y los visitantes siguen comprando, «pero si antes vendía un jarrón grande, ahora lo que se llevan son cosas pequeñas, normal, porque quien está en paro no compra, y quien trabaja intenta ahorrar, y se retraen en artículos de decoración o de regalo».

Más oportunidades están encontrando Alfar Arias y el Centro Alfarero La Estación, talleres de la misma familia que alternan la artesanía tradicional de la comarca de Puertollano con nuevos diseños. María Gracia Leal, apunta a la clave de la diversificación. «Nos movemos mucho, tenemos la tienda, un centro de alfarería para niños y jóvenes, donde damos clases, una sala de exposiciones y las ferias, por si falla algo, tener otras cosas», explica. De hecho, ayer sus padres presentaron en Madrid el libro Ollería en Puertollano. Harán lo propio en Farcama el próximo viernes.

María Martínez, que viene desde Lorca a vender sus jarapas, es otra veterana en Farcama, con quince años de experiencia. Este año sigue viéndola con buenos ojos, aunque apunta también a una reducción del número de expositores; «sigue siendo la mejor feria de España, pero va como todo». Es una oportunidad más para superar una crisis, que hasta el momento ella está solventando con las ventas al extranjero, «porque aquí en España están cerrando todas las tiendas».