Rafael Torres

FIRMA SINDICADA

Rafael Torres

Periodista y escritor


El predicamento de la mentira

13/07/2023

Se rumorea, aunque no está confirmado, que Alberto Núñez Feijóo dijo alguna verdad en su debate, llamémoslo así, con Pedro Sánchez. Si la dijo, se le escapó, pues puso tal énfasis en decorar sus intervenciones con el color único de la mentira, que sólo a una momentánea distracción pudo atribuirse semejante desliz. Ahora bien; si dijo alguna verdad, ello no empañó su triunfo, pues sus adeptos saben ser condescendientes con una humana y puntual debilidad.

No se necesita abundar en el catálogo de embustes que desplegó en su ajuste de cuentas con Sánchez, que le había tundido sin despeinarse en sus encuentros en el Senado, pues muchos ya los han contado uno por uno hasta, casi, perder la cuenta, pero, si bien esa sarta de falsedades puede no extrañar demasiado al provenir de un político, sí choca, o debería chocar, que la mentira goce en España de tantísimo predicamento, pues tras haber ejecutado su colosal ejercicio de falsificación de la realidad, el hombre se ha metido en la buchaca, según los sondeos, dos escaños más, y, encima, se está llevando de calle a los votantes de Vox, cosa esta última que, por el contrario, no puede extrañar lo más mínimo.

Pero toda ficción ha de tener su momento culminante, y la de Feijóo lo tuvo cuando se sacó de la manga un papel, un documento claudicatorio, para que su adversario lo firmara. Recordó a aquellos vendedores domiciliarios de seguros, o de enciclopedias, que tras la confusa relación apologética del producto azuzaban a la víctima para que firmara el contrato. En ese "sketch" se vio como en ningún otro la mano de Miguel Ángel Rodríguez, el especialista en la materia que, por lo que se ve, le prestó para la ocasión Díaz Ayuso.

Pedro Sánchez colocó media docena de mentiras en sus cinco años de gobierno, pero a Feijóo le bastaron unos minutos para endosar una o dos docenas. ¡Qué fantasía! ¡Qué músculo! Puede, sí, que se le escapara alguna verdad, pero en forma de silencio ominoso, como cuando le preguntaron por el machismo extremo de sus futuros socios o cuando Sánchez le emplazó a condenar la abyecta "que te vote Txapote". No mintió al no condenar ninguna de las dos cosas. Pero, en fin, que Feijóo se ha hecho con esa arma de destrucción masiva que es, en la política y en la vida en general, la mentira.