Vega Baja resurge de su abandono y desvela un posible mausoleo

Galán
-

Los trabajos en el yacimiento avanzan para dotar a los restos de un sentido y una interpretación para el ciudadano. Los estudios revelan un edificio religioso del siglo V y una alberca posterior

La intervención plantea poner en valor los restos proyectándolos hacia la superficie. - Foto: Yolanda Lancha

Los trabajos que desde hace unos meses se vienen realizando en Vega Baja dan a entender que la inacción de casi dos décadas ha pasado a la historia. Al menos, en esta parcela entre los accesos a la Fábrica de Armas y a la avenida Mas del Ribero. Lo que el proyecto entre el Ayuntamiento, Junta y Ministerio de Cultura bautizó como la 'Fase 1' del proyecto.

Más allá de las 11.000 plantaciones que transformarán el yacimiento del secarral actual a un entorno verde, o de los carriles bici y peatonales que albergará -como ya se informó en La Tribuna- Vega Baja también está concentrando unos trabajos arqueológicos que pretenden conservar, proteger y poner en valor los restos que allí reposan desde hace siglos. 

Para ello, los especialistas están tratando de facilitar la interpretación de los mismos a los futuros paseantes de la zona. Su método consiste en despejar los elementos originales y colocar sobre ellos unas lonas antihierbas para su protección, sujeción y, sobre todo, separación de los siguientes pasos. Esos episodios posteriores tienen que ver con la recreación o proyección artificial de lo que los estudios justifican que fueron aquellos restos con mortero de cal y arena más piedras de similares características, con la intención de dotar a los restos de aproximadamente 60 centímetros más para entender o contextualizarlos. 

Restos arqueológicos de una alberca visigoda.Restos arqueológicos de una alberca visigoda. - Foto: Yolanda LanchaLos propios actores de esta reconstrucción informan de sus planes: «no pretendemos recrear toda la edificación, sino simular la ruina arqueológica, pero que se vea o se dé sentido a lo que fue». Sea cual sea el futuro que le depare a esta actuación, el proyecto será reversible gracias a la lona que separa lo original de lo añadido actualmente, «por si alguien en unos años decide retomar las excavaciones».

El caso es que la vuelta al trabajo de campo en este yacimiento de arqueólogos como Antonio Gómez Laguna y su equipo ha permitido investigar y crear hipótesis sobre lo que significan estos edificios proyectados en la parcela sobre la que se opera.

Ya en su día, en la primera visita de este medio de comunicación a la actual intervención, se informó sobre la presencia de un edificio con contrafuertes de grandes dimensiones, lo que lo hacía destacar por encima del resto. Pocas semanas después, la investigación desvela que no se trata de un torreón como se pensaba durante las excavaciones en la zona de hace años, sino que es «un edificio de poder, religioso o de culto», decántandose finalmente Antonio Gómez Laguna por un mausoleo.

Contrafuertes de un edificio de poder, religioso o de culto del siglo V.Contrafuertes de un edificio de poder, religioso o de culto del siglo V. - Foto: Yolanda LanchaEl arqueólogo llega a esta conclusión por la orientación de éste y los demás edificios, «en una especie de ritual». Sin embargo, sin entrar en detalles técnicos, sus características data los contrafuertes existentes en torno al siglo V, es decir, romano y previo a la ocupación visigoda del entorno.

Es más, según Gómez Laguna, «lo que nos dice que es un edificio sumamente importante» es que cuando llegan los visigodos «lo respetan, lo conservan y construyen a su alrededor». Más difícil de conocer ya es si mantuvieron su misma funcionalidad o la cambiaron, pero éste siguió existiendo. De hecho, el arqueólogo recalca que está compuesto de caliza, lo que indica que era un edificio más noble, y recuerda que en el yacimiento los únicos edificios que presentan este material serían éste y la basílica de San Pedro El Verde que él mismo define como el Palacio Real Visigodo de Toledo.

Además, los especialistas recalcan que es tardoantiguo porque hay pruebas de que los visigodos tuvieron que colocar nuevos contrafuertes para reforzar su estabilidad, lo que denota que fue un edificio antiguo ya en aquellas fechas.

Ese respeto visigodo hacia la construcción hace que comiencen a crear su entorno a su alrededor, con proyecciones interiores y exteriores, diferenciados por el tipo de pavimento yacente, entre otras cosas. Y ahí es donde aparece otro de los restos que llaman especialmente la atención. Una alberca. La presencia de pozos en la zona facilitaría su naturaleza.

Posteriormente, en esos trabajos de reinterpretación, estos espacios serán rellenados por tres tipos de grava para diferenciar sus usos.  El caso de la alberca se rellenará de piedra de color azul para simular el agua, sin dañar el pavimento 'signinum' original. El hipotético mausoleo se proyectará con mortero de cal para llamar la atención con su color blanquecino.

Todo el entorno arqueológico estará acompañado de diferentes plantaciones o árboles que se han proyectado en puntos estratégicos o «basureros», como han catalogado los especialistas, para que sus raíces no afecten a los restos.

Aunque todavía faltan por crear los carriles bici o las rampas que garanticen la accesibilidad al espacio, ya se van delimitando los senderos peatonales. El yacimiento contará además con infografías que expliquen cómo fue la ocupación en su día. Inicialmente el proyecto preveía su inauguración para finales del este verano, pero se ha solicitado una prórroga al Ministerio de Cultura para alargarlo hasta finales de año. A falta de que se ejecute el conjunto de la actuación, todo parece indicar que la inacción ha llegado a su fin.