El Real Madrid reinicia el contador de victorias

EFE
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99
Real Madrid
75
ALBA Berlín
El conjunto madridista consigue ganar al ALBA Berlín, en un encuentro sin brillo, pese a su casi centenar de puntos

El Real Madrid reinicia el contador de victorias - Foto: JUANJO MARTIN

El Real Madrid retomó la senda de la victoria, aquella que había seguido de forma rigurosa desde el arranque de la temporada hasta que el Unicaja de Málaga puso fin a su racha de 19 triunfos oficiales consecutivos, imponiéndose al ALBA Berlín sin el brillo de otras ocasiones (99-75) pese a su casi centenar de puntos y aupado por un gran Mario Hezonja (26 puntos).

Por primera vez en lo que va de curso encaró el conjunto blanco un partido después de haber perdido el anterior. En ese contexto el colista de la Euroliga que solo había ganado 2 de los 20 precedentes entre unos y otros hasta la fecha, ambos en Alemania y ninguno de ellos en este siglo, parecía un rival propicio para recuperar la confianza.

El Real Madrid reinicia el contador de victorias El Real Madrid reinicia el contador de victorias - Foto: JUANJO MARTIN

Además las cosas comenzaron a salir desde el principio, con Hezonja conduciendo la locomotora de la anotación en el primer cuarto y Facundo Campazzo echando carbón en forma de asistencias. Once puntos, con 3 de 4 en triples, firmó el croata; y seis pases entregó el argentino. Eso, más el dominio en el rebote, con 11-4 en favor de los de Chus Mateo, fueron argumentos suficientes para explicar el 27-17 al final del primer cuarto.

El Real Madrid reinicia el contador de victorias El Real Madrid reinicia el contador de victorias - Foto: JUANJO MARTINPero el ALBA, conjunto pegajoso de los que suma poco a poco y casi en silencio, con Johannes Thiemann como mejor ejemplo de esa corriente, no desesperó en un segundo acto donde bajó el ritmo del juego en general y ambos se permitieron el lujo de pasarse tres minutos y medio sin anotar (44-33, min.20).

Tampoco hubo vértigo en lo que sucedió desde el descanso hasta la media hora de juego, solo el que quiso ponerle Dzanan Musa. El bosnio, león enjaulado que no había saltado al parqué hasta entonces, salió con hambre y se encargó con sus puntos, 11 en el tercer cuarto, de finiquitar lo que ya estaba encarrilado (67-51, min.30).

El tramo decisivo, menos intenso por las circunstancias, fue un agradable espectáculo para los amantes de los triples. Nueve se vieron en ese intervalo, algunos de bella factura como uno kilométrico y sobre la bocina de posesión de Gabriele Procida. Fue el colofón a un choque de extremos, entre el primero y el último de la tabla, que siguió el guión previsible y permitió al Real Madrid mantener su invicto en la competición continental.