El Cristo del Amor desafía la lluvia y la devoción se impone

O. Furones
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El cielo concedió una tregua, este Martes Santo, a la Cofradía de Penitencia del Santísimo Cristo del Amor, que pudo volver a disfrutar de su procesión por las calles de Toledo y en especial de su paso por los cobertizos

El Cristo del Amor desafía la lluvia y la devoción se impone - Foto: David Pérez

La lluvia dio tregua, aunque con un retraso en la hora de salida que llegó a rondar los 30 minutos. Una noche más, el Cristo del Amor volvía a estar presente en Toledo, marcando su inicio las famosas campanillas en el Convento de Santa Isabel.

Aunque las gotas de lluvia amenazaban con estropear los planes, el Santísimo Cristo del Amor finalmente pudo salir a recorrer las históricas calles de la ciudad, aunque no sin antes ser cuidadosamente cubierto por un plástico para protegerlo de la humedad. Plástico que a su llegada a la Catedral Primada fue retirado.

Los fieles, reunidos en las aceras, aguardaron con devoción y fervor, escuchando en algunos momentos bajo una fina lluvia la vigilia previa, en la que resonaban las palabras de Don Francisco Cerro Chaves, arzobispo de Toledo, quien ofrecía sus reflexiones espirituales en un momento de fe compartida.

La procesión se abrió paso por sitios emblemáticos del Casco histórico como Zocodover, los cobertizos, la puerta de la catedral o la capilla de la Adoración Perpetua, encabezada por los sagrados símbolos de la corona de espinas, las sandalias y los clavos que evocan el sacrificio de Jesucristo en la cruz. A medida que avanzaba, el camino se iluminaba con la suave luz de los faroles que acompañaban el cortejo, creando una atmósfera de recogimiento.

Un grupo de hasta diez cargadores se alternaban para cargar la venerada imagen del Cristo del Amor sobre sus hombros, a través de la multitud de respeto y devoción. Viviendo uno de los momentos más emotivo a su paso por el cobertizo de Santo Domingo el Real: los costaleros tienen que bajar la imagen de las andas y portarla directamente a hombros. Mención especial su encuentro con el Cristo de los Ángeles en la plaza San Vicente. Un momento donde ambas Hermandades intercambiaron flores en forma de respeto.