Resulta que el perverso trasvase de nuestro río al Segura no fue un proyecto del régimen de Franco; es lo último de los murcianos. Leo en Internet las páginas de La verdad de Murcia dedicadas al tema y quien escribe siempre del trasvase, el que debe llevar el tema en la redacción Manuel Buitrago, es la voz de los planes y aspiraciones de los trasvasistas levantinos; el tal Buitrago escribió sobre el trasvase cosas sorprendentes. Hay que decir en primer lugar que ha sentado muy mal en Murcia el argumento de que el Tajo-Segura es una construcción de Franco, un plan de la dictadura, parece que no lo soportan y Buitrago dedica el artículo a disfrazar la historia de modo que según él, el trasvase «lo propusieron los socialistas durante la Segunda República; inició su construcción un democristiano durante el régimen de Franco y lo concluyó un liberal en un gobierno de Suárez». Pues muy bien. Lo que no escribe es el daño que ha hecho y hace tal proyecto a los ríos de nuestra Castilla: Tajo, Alberche, etc.y sobre todo que desde que se ideó, los ingenieros que se dedican a estos asuntos y los europeos en general, están decididamente en contra de los trasvases; en Europa son una práctica impensable ahora y la infernal idea del trasvase no va a desaparecer por más que fuera un proyecto de los socialistas de la República; se trata de una idea intrínsecamente mala, injusta e indigna que beneficia a unos a costa de otros y como digo, por más que fuera un proyecto socialista y republicano de hace cien años sigue siendo una burrrada que a nadie con un mínimo de conciencia tanto humana como ecológica convence. Estos días en las ferias de Talavera estuvo el presidente Page. Ni dijo nada nuevo ni mostró signo alguno por el que debamos creer que las cosas van a cambiar tras las elecciones; ni el juego absurdo de blindar ríos en los estatutos, ni demás guiños para la galería de las promesas electorales son nada más que paja al estilo Bono, se demostrará que frente al poderío económico y político murciano nuestras autoridades agacharán la cabeza obedeciendo lo que manden las directivas de los partidos. Ahí están los innumerables recursos en los tribunales contra los trasvases y ahí también el caso que hacen a todos ellos en Murcia: ninguno. Ahora se dedican a disfrazar lo que no les gusta del Tajo-Segura.