La naturaleza hace frente a una peligrosa especie invasora: el plástico. Este año, el Día Mundial del Medio Ambiente, que se celebra cada 5 de junio por parte de Naciones Unidas, llama a luchar contra este desafío, que perjudica la salud humana y amenaza la biodiversidad.
Ante esta situación, la clave es proteger los ecosistemas e implantar nuevas prácticas más respetuosas con la naturaleza. Aquona, como parte de Agbar, el hub de conocimiento y experiencia en la gestión sostenible del agua, promueve el desarrollo de infraestructuras verdes, basadas en la naturaleza, para preservar la biodiversidad y adaptarse a los efectos del cambio climático. Y es que la compañía que opera en más de 130 municipios en Castilla-La Mancha y Castilla y León y da servicio diario a más de un millón de habitantes, cuenta con una dilatada experiencia en lo referente a la gestión innovadora y sostenible de los recursos hídricos, teniendo los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU y la Agenda 2030 de Naciones Unidas como hoja de ruta.
Infraestructuras verdes
En línea con el ODS número 15 Vida en los ecosistemas terrestres, la naturalización de instalaciones es una de las claves de Aquona para avanzar hacia ese modelo de infraestructura verde. En concreto, se ha eliminado el uso de fitosanitarios y pesticidas en todas las plantas de tratamiento de agua que la empresa gestiona en Castilla-La Mancha y Castilla y León. Los fitosanitarios pueden comportar una alta toxicidad, tanto para los animales como para las personas, además de ser una de las principales causas de la pérdida de insectos polinizadores. Por ello, Aquona ha optado por otras alternativas con métodos mecánicos de desherbado, la aplicación de productos ecológicos no tóxicos o la gestión diferenciada de espacios en los que se deja crecer la vegetación autóctona de manera espontánea.
También en las plantas de tratamiento de agua se trabaja en el diagnóstico y la prevención de las especies exóticas invasoras. Se trata de la puesta en marcha de BiObserva Stop Invasoras, un programa que permite la identificación, mapeo, evaluación del riesgo y el desarrollo de planes de control y seguimiento para la gestión integral de estas especies en las instalaciones para su gestión integral. En cifras, Aquona ya ha llevado a cabo la identificación y el mapeo de estas especies en más de 70 plantas de las dos comunidades autónomas en donde está presente.
Aquona apuesta por las infraestructuras verdesPero la idea de convertir las instalaciones en refugios de biodiversidad va más allá, favoreciendo la conservación de las especies autóctonas. En cuanto a vegetación, por ejemplo, en la ecofactoría de Palencia se han creado espacios que representan el ecosistema estepa-robledal y el mediterráneo, además del hábitat de bosque de ribera, abundante en la zona ya que la planta se encuentra junto al río Carrión.
Respecto a la fauna, el programa BiObserva Voluntariado implica a los trabajadores en la conservación de las especies de sus espacios de trabajo. Lo hacen mediante avistamientos de aves en las plantas que posteriormente sirven para la elaboración de censos de especies locales y la realización de otras acciones para protegerlas como la instalación de cajas-nido, refugios y celebración de jornadas de anillamiento científico en donde se implican a colegios y otros colectivos locales. Desde el inicio del proyecto, los más de 30 voluntarios de Aquona han realizado 8.300 avistamientos de especies como la lavandera blanca, mirlo común o el gorrión.
Ecofactorías y residuo 0
Para proteger la naturaleza es fundamental impulsar la economía circular, transformando los residuos en nuevos recursos. Un ejemplo paradigmático es la evolución de las depuradoras tradicionales en ecofactorías. En el caso de Aquona, Palencia y Ciudad Real avanzan hacia la conversión en ecofactorías apoyándose en la digitalización y la tecnología de vanguardia. Entre los hitos destacan la valorización de residuos para producir nuevos recursos, como los lodos de depuración que se valorizan como abono en agricultura, la regeneración de agua para el riego o la producción de energía renovable.
En concreto, la ecofactoría de Palencia ha alcanzado niveles de autosuficiencia energética superior al 50%, gracias a la producción de energía eléctrica a través de los fangos de depuración y una importante inversión en la instalación de placas solares. El objetivo final: generar un impacto positivo sobre su entorno.
Sensibilización y alianzas
Como parte de su compromiso con el planeta, Aquona impulsa iniciativas de concienciación ambiental y mantiene alianzas con colectivos locales para crear sinergias y conseguir que dichas iniciativas lleguen al mayor número de personas posible. Una de las alianzas más notables es la forjada con Naturalistas Palentinos que ha dado lugar a la realización de jornadas sobre lepidópteros o de anillamiento científico, talleres de cajas-nido y censos de aves implicando a centros educativos de la ciudad.
Voluntarios de la jornada de recogida de residuos de Ayna.A su vez, las jornadas de limpieza de espacios naturales como la que se celebra en el municipio albaceteño de Ayna, son ya fechas fijas en el calendario en las que voluntarios de Aquona, familiares y vecinos de la localidad unen esfuerzos para eliminar residuos de sus parajes naturales y cuidar de su entorno natural más cercano.
Por último, el programa Aqualogía, el cual lleva activo en las aulas castellano-manchegas y castellanoleonesas casi una década, no solo se centra en el conocimiento del ciclo del agua sino también en el cuidado del medio ambiente con experimentos vinculados al correcto desecho de las toallitas o el consumo responsable de los recursos. En el curso pasado, más de 2700 alumnos del territorio participaron activamente en Aqualogía.
En definitiva, Aquona pone la innovación, la tecnología y la sensibilización al servicio de la conservación del medio ambiente en Castilla-La Mancha y Castilla y León apostando por un modelo de gestión del agua sostenible y respetuoso con la naturaleza.