Los entre sesenta y setenta trabajadores de la Inspección de Trabajo en Toledo participaron ayer y antes de ayer en una huelga que no ha dado sus frutos. Pese a que previsiblemente hoy estaba convocada la tercera jornada de la misma, los sindicatos han decidido, no sólo en Toledo, sino en todo el país, suspender los paros y volver a retomar los trabajos. La decisión no ha tenido que ver con que se haya llegado a un acuerdo, sino a que los trabajadores han interpretado que su trabajo está siendo partícipe de un conflicto político entre los dos partidos que conforman el Gobierno central.
Así lo explica Juan Antonio Rodríguez, delegado por UGT, quien expresa que «el Ministerio de Función Pública nos marea, nos dice que mañana se reúne con el Comité de Empresa para enviar una oferta y luego dice lo contrario. Tenemos la sensación de que utilizan nuestra huelga para desprestigiar al Ministerio de Trabajo de Yolanda Díaz».
En este sentido, el delegado de UGT informa de que muchos de sus compañeros pierden dinero por acudir a la huelga y si está instrumentalizada como creen, lo mejor es suspenderla como han dictaminado en el conjunto del país. Por tanto, la que parecre que es la decisión definitiva pasaría por volver a los puestos de trabajo «y si se reúnen y Función Pública presenta una buena oferta bienvenida sea, pero si no, esperaremos a ver qué pasa después de las elecciones generales». Rodríguez añade que al producirse este calendario con los comicios tan cerca el escenario ha cambiado, así que no serán partícipes de él y negociarán con el próximo gobierno, del que dicen «que no sabemos si será mejor, peroseguro que no será peor».
Antes de llegar hasta este punto, los trabajadores de la Inspección de Trabajo utilizaron la huelga indefinida para solicitar al Gobierno de España que cumpliera con el acuerdo de relación de puestos de trabajo firmado el 7 de julio de 2021, incluido más tarde en un Plan Estratégico firmado por el Consejo de Ministros el 6 de diciembre. Todo ello cuenta con dotación presupuestaria, pero falta su implantación, previa autorización del Gobierno.
La huelga comenzó el pasado lunes y ha tenido un seguimiento en torno al setenta por ciento, según las valoraciones sindicales. Durantes estos dos días los parones han impedido que se generen órdenes de servicio, se tramiten expedientes sancionadores, se controlen los ERE o se hagan inspecciones.
El Plan Estratégico que reclaman los funcionarios, ya aprobado en Consejo de Ministros, «viene a modernizar la Inspección de Trabajo», explica Rodríguez. Además, el delegado de UGT recuerda que hace más de un año que se iniciaron las negociaciones con Función Pública y más de dos con el Ministerio de Trabajo, lo que le da a entender que «no estamos aprovechando hasta el último minuto».
Ahora la convocatoria de elecciones ha pillado a estos funcionarios un tanto a contrapié, y les ha obligado a tratar de acabar con la negociación con prisas, pero su conflicto laboral tiene una solución más fácil que otros con los que se ha topado el Gobierno. Una vez firmado y con presupuesto, solo tiene que ejecutar, si se deciden a abandonar la guerra política.