Plena Inclusión Castilla-La Mancha ha demandado la implantación de la Asistencia Persona para las personas con discapacidad intelectual. Esta prestación, contemplada en el catálogo de prestaciones y servicios del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia, es utilizada por muy pocas personas con discapacidad intelectual y existen «obstáculos que dificultan su plena implementación», explica el director gerente de Plena Inclusión, Daniel Collado, en un artículo de opinión. 

Este derecho fundamental reconoce la igualdad de condiciones para todas las personas con discapacidad, «otorgándoles la posibilidad de vivir en la comunidad con las mismas oportunidades que cualquier otro individuo», explica Collado. Además, se exige a los Estados que tomen medidas efectivas para garantizar el pleno disfrute de este derecho, promoviendo la inclusión y participación plena de las personas con discapacidad en la comunidad.

En este camino hacia la inclusión «real», Collado identifica varios desafíos fundamentales. Entre ellos, destaca la necesidad de que se clarifique la compatibilidad de la Asistencia Personal con otras prestaciones y servicios disponibles en el catálogo del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia. Esto garantizará, asegura el director gerente de Plena Inclusión Castilla-La Mancha, que «las personas con discapacidad puedan acceder a un abanico completo de apoyos». 

En segundo lugar, es «esencial» aumentar la demanda de la Asistencia Persona por parte de las personas con discapacidad intelectual y sus familias.

En tercer lugar, se necesita una formación unificada sobre la Asistencia Personal, siguiendo los módulos de contenido establecidos en el acuerdo correspondiente. Esto asegurará que «los asistentes personales estén debidamente capacitados y que los servicios sean de alta calidad y, por ende, duraderos». 

Desde Plena Inclusión Castilla-La Mancha demandan un cambio de paradigma que deje atrás el modelo de instituciones y servicios y apueste por un modelo de apoyos. para ello, la figura del asistente personal es «esencial» para permitir que las personas con discapacidad intelectual diseñen y vivan sus propios proyectos de vida.