Isabel Fernández quiere retirarse con la triple corona

J. M. Loeches
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La karateca toledana busca su tercer Mundial de Parakárate en Budapest, para encarar una nueva etapa en la que tiene pensado hacer deporte pero sin competir

La toledana conquistó su primer Mundial en Madrid, en 2018 - Foto: David Pérez

Isabel Fernández arranca este jueves jueves su participación en el Campeonato del Mundo de Parakárate que se disputa en Budapest (Hungría). Va a ser su última cita internacional, para iniciar después una nueva etapa en la que estará alejada de la competición, aunque sin separarse por completo del deporte. Por eso, la toledana quiere despedirse a lo grande, con su tercer Mundial, con la triple corona.

Ya fue campeona mundial en Madrid en 2018, en su estreno en esta modalidad. Después, repitió título en Dubái, en 2021, y quiere cerrar el círculo con el triplete, además de sus cuatro campeonatos de Europa y sus cinco de España. Va a ser una cita «muy especial», en la que también va a intentar «disfrutar de la experiencia y de los compañeros del equipo nacional».

Al menos, la capitalina ha podido entrenarse bien en los dos últimos meses, aunque el agravamiento de su estado de salud ha provocado que le hayan tenido que hacer una recalificación funcional, por lo que en la capital húngara va a tener una puntuación extra más elevada que en anteriores torneos.

Aun así, a pesar de la mejoría de las últimas semanas, Isabel reconoce que no está al cien por cien, aunque confía en que el incremento que recibirá en la recalificación le permita paliar los detalles que no va a poder cerrar del todo en su ejercicio: «La mano izquierda no la abro bien, y al pegar, lo hago muy flojo, se nota que no estoy igual que antes en la velocidad; a ver si me da para revalidar». De hecho, en la calificación que le realizaron los médicos a su llegada a Budapest, estos le aconsejaron a la capitalina que lo mejor que puede hacer es dejar de manera definitiva el deporte de elite.

Obviamente, la toledana se ha buscado sus estrategias para convencer a los jueces. Por eso, va a recuperar el kata sansai con el que se proclamó campeona del Mundo en Madrid hace cinco años, en caso de superar la ronda previa y la semifinal. «Llevo dos o tres competiciones sin hacerlo, y he modificado algún movimiento para adaptarlo a mis condiciones y para que los árbitros vean que no es igual», asegura. Uno de los cambios es la introducción de paradas, necesarias para la recuperación física de la karateca.

En cuanto a las rivales, Isabel Fernández tiene la percepción de que el nivel se ha incrementado en el resto de países en los que se está desarrollando el parakárate. Tiene esa incertidumbre y la de que se ve «algo peor».

En cualquier caso, parece que su máxima contrincante será de nuevo la francesa Virgine Boyer. Asimismo, no hay que descartar a la ucraniana Knarik Airapetian ni a la húngara Reka Dobos, que competirá en casa. La lista de doce participantes la completan: Hind Alsayyali (Arabia Saudí), Nesrin Cavadzade (Turquía), Nazgul Izmagambetova (Kazajistán), Fatma Mahmoud y Amal Soliman (Egipto), Darien Paula Ulloa (Chile) y Elena Umorina y las rusas Marina Kulikova, que competirán como karatecas neutrales.

El mismo jueves por la mañana se conocerán los emparejamientos para la primera ronda y el resto del calendario definitivo de la competición.

Un descanso indefinido

Isabel Fernández se va a tomar un descanso que no tiene fecha de vuelta. No sabe si serán seis o un año. Sí que tiene muy claro que va a seguir practicando deporte, pero «deporte de salud». La toledana no va a competir porque el deterioro físico por su enfermedad no le permite estar al máximo nivel, con el que le gusta siempre optar a todo. Ya tuvo que dejar el parapowerlifting porque «no tenía más fuerza en los brazos y había tocado techo». Lo mismo le ha pasado con el parakárate, donde incluso ha visto mermado su rendimiento. Por eso, últimamente está probando handbike, deporte que ya practicó años atrás, y tiro con arco adaptado.

Parece que la primera opción tampoco es la adecuada, pues los brazos tampoco responden como espera, aunque sí la segunda. Ha llegado el momento de parar y de buscar nuevos retos. Eso sí, siempre de la mano con el deporte. «Necesito recuperarme también a nivel psicológico», reconoce la campeona mundial.