Todavía resta un partido, este sábado en casa frente al colista, el Bambatam Rena, pero en el Cobisa Futsal hace semanas que están funcionando en modo 2023/24. Por eso, ya han cerrado las renovaciones de dos puntales de la plantilla, Parro y Jota, aunque parece que van a ser más, o esa es la intención del cuerpo técnico, que seguirá comandado una vez más por Quique Soto.
El propio entrenador confirma que su idea es atar al bloque que este curso ha conseguido una permanencia «más holgada que en los anteriores». Confiesa que el proyecto tenía intenciones más altas, pero, en perspectiva, Soto entiende que «se deben tener los pies en el suelo y darse cuenta de que a veces la ambición nos nubla».
Por eso, interpretada esta campaña como de un poco más de crecimiento, el conjunto toledano persigue «otro paso a la profesionalización». El técnico considera que es momento de «hacer cosas diferentes», y está convencido de que tocar los menos puestos posibles será garantía de éxito en el futuro. De todos modos, Quique Soto asegura que no saben hasta qué punto podrán satisfacer sus pretensiones respecto a los jugadores, o si alguno cuenta con una alternativa.
El caso es que la renovación de Iván Parro era una prioridad. «Al final, siempre termina siendo determinante, y nunca ha parado de crecer», dice su entrenador. También estaba arriba en la lista Jota, otro de los sobresalientes en el cuadro aurirrojo: «Queríamos sentar unas bases y estaba claro que iba a tener propuestas, porque ha sido uno de los destacados».
Por tanto, el Cobisa Futsal no va a modificar nueve o diez jugadores, como en curso anteriores. Esta es su planificación, y, por suerte, «se puede hacer con mucha antelación», añade Soto.
Pero en ese tránsito a la mayor profesionalización, uno de los grandes cambios que traerá la temporada 2023/24 es el incremento de las sesiones de entrenamiento, con tres o cuatro por semana. «Tenemos que pedir más a los jugadores y a nosotros mismos; quizás eso conlleva perder calidad, pero tendremos más compromiso», explica Soto.