El micrófono se hace centenario

Juan Carlos Fraile - Roberto Castañares (EFE)
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La ya extinta cadena Radio Ibérica, fundada por Antonio Castilla y los hermanos de la Riva, fue pionera hace un siglo en realizar retransmisiones radiofónicas de manera diaria en España en un taller situado en un barrio de Madrid

El micrófono se hace centenario - Foto: Photo by Sarah Pflug from Burst

Fiel compañera de millones de personas en su día a día, la radio en España cumple 100 años. Este medio de comunicación tan presente e inquebrantable pese al paso del tiempo, echó a andar el 12 de mayo de 1924. En aquella fecha tuvieron lugar las primeras emisiones diarias desde un pequeño estudio instalado en el taller de fabricación de válvulas electrónicas de la compañía Ibérica de Telecomunicación, situado en el número 18 del barrio madrileño de Paseo del Rey.

Se llamó Radio Ibérica y, aunque fue la primera en emitir en pruebas, mientras gestionaba la licencia oficial dispusieron antes de la autorización gubernamental Radio España, inaugurada el 10 de noviembre de 1924, en Madrid, y Radio Barcelona, embrión de la Cadena SER.

Hoy nada recuerda en aquella calle, junto a la conocida estación, que ahí empezaron las primeras emisiones, esporádicas y en pruebas, de Radio Ibérica en el otoño de 1923, en lo que fue el comienzo de una aventura de algunos de los pioneros de este medio de comunicación que cien años después sigue gozando de buena salud.

Radio Ibérica fue la primera en realizar emisiones, pero recibió el indicativo EAJ-6 mientras que el EAJ-1 fue para Radio Barcelona y el EAJ-2 para Radio España de Madrid, que sí se convirtieron en las primeras en emitir regularmente con licencia en noviembre de 1924, tras aprobarse el Reglamento de Radiodifusión por el cual la dictadura del general Primo de Rivera otorgó las concesiones oficiales.

De conciertos a la lotería

La historia de esta emisora es la de sus fundadores, Antonio Castilla y los hermanos Carlos y Adolfo de la Riva. Castilla dirigía en 1923 la Compañía Ibérica de Telecomunicación, que fabricaba equipos de comunicaciones, y Carlos de la Riva estaba al frente de la Sociedad de Radiotelefonía Española.

De la fusión de ambas entidades surgió Radio Ibérica, con los hermanos de la Riva encargándose de la dirección técnica en lo que era un taller de fabricación de válvulas electrónicas instalado en un bajo del Paseo del Rey, 18, desde donde empezaron las emisiones que, durante esos primeros meses, fueron esporádicas para probar materiales y componentes electrónicos.

Aún sin licencia oficial, el 12 de mayo de 1924 comenzaron las retransmisiones diarias y eso alimentó lo que entonces era el negocio principal de la compañía de Antonio Castilla y los hermanos de la Riva: la venta de los receptores de radio de galena y de válvulas que fabricaban con la marca Iberia y que, por su coste, no eran accesibles para la mayoría de la población.

Esos aparatos empezaron a ser comprados por los madrileños para escuchar, entre otros acontecimientos, conciertos que tenían lugar en el Teatro Real o incluso el sorteo de la Lotería de Navidad que el 22 de diciembre de 1924 emitió Radio Ibérica desde la Casa de la Moneda.

La programación fue consolidándose poco a poco aunque problemas económicos y de competencia tras la aparición de otras emisoras provocaron que esta dejase de emitir finalmente a partir de 1926.

Desconocimiento

Los vecinos de Paseo del Rey, 18, un edificio de viviendas centenario de siete plantas, no salen de su asombro cuando se les pregunta si saben que en uno de los bajos estuvo la primera emisora de radio en España.

«¡No me digas!», contesta al ser preguntado Justo Barboza, uno de los vecinos más antiguos del inmueble, donde reside desde hace 41 años. «Si nos ponen una placa, como la que tiene Paco de Lucía a dos manzanas de aquí, haremos historia», remata.

La moradora más antigua del inmueble, Alicia Villanueva, que lleva viviendo en el edificio desde hace 53 años, tiene 86, desconocía que aquella emisora de radio hubiera estado allí.

«Es un descubrimiento muy bonito porque la radio siempre ha sido buena compañera» comenta, y apunta que tiene «al lado de la pila» una radio de su madre, «que es del año de la pera».

Otra inquilina, Marta Arroyo, admite que se enteró por un amigo de Palma de Mallorca amante de las radios que leyó en una publicación que la «cuna» de esta plataforma en España estuvo en su casa.

Para ella, como periodista que inició además su carrera en las ondas, «es un orgullo» vivir en el mismo edificio que dio origen «a la magia de la radio en Madrid» y desea «larga vida» a este medio de comunicación.

El emblemático anuncio

Los hermanos de la Riva y Antonio Castilla muy pronto tomaron rumbos diferentes, ya que su formación les permitió conocer los fundamentos que sirvieron para desarrollar lo que comenzó con la Telegrafía Sin Hilos y evolucionó hasta la radio que conocemos hoy.

Mientras que los de la Riva continuaron en la radio hasta la llegada del cine sonoro, cuando fundaron el primer estudio de doblaje cinematográfico en Barcelona, Castilla creó una empresa de anuncios de neón y su primer trabajo fue para las bodegas González Byass, en la Puerta de Sol, cartel que unos años más tarde evolucionó al luminoso de Tío Pepe, que ahí sigue en 2024, como la radio.