Salieron detenidos de su casa y jamás volvieron, sus restos estaban en una fosa del cementerio de Tembleque después de ser asesinados en la cárcel de este municipio toledano en abril de 1939 y ahora, 84 años después, quince hombres han sido identificados y sus restos han sido entregados hoy a sus familiares en un emotivo acto para su dignificación. Al acto han acudido el secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez López, y el delegado del Gobierno, Francisco Tierraseca.
El Centro Social de la localidad, ubicado en la Plaza Mayor, ha acogido esta mañana la ceremonia de dignificación y entrega de los restos a sus familiares, organizada por la Asociación Manuel Azaña. Después se han desplazado al cementerio de san Isidro, donde los restos de catorce de las víctimas de abril del 39 han sido inhumados en el mausoleo reconstruido en el camposanto.
Para llegar a este día han sido necesarios tres años para desarrollar todo un proceso que ha terminado con un acto de justicia: la dignificación de quienes fueron víctimas de tortura hasta la muerte por defender la libertad y la democracia.
De los dieciesiete cadáveres hallados en la fosa común han podido identificarse quince. Se desconoce aún la identidad de una mujer y un niño. - Foto: Delegación del GobiernoTodo empezó hace unos tres años, según ha relatado a la Agencia EFE uno de los historiadores encargados del proyecto, Ignacio Cabello, que ha explicado que el primer paso fue dar de alta la fosa de Tembleque para poder iniciar así el proceso con la Secretaría de Estado de Memoria Democrática.
La fase documental fue, sin duda, una de las claves en el inicio, en la que tanto Cabello como Joaquín Iborra, en su calidad de historiadores, utilizaron sobre todo fuentes orales, con encuestas abiertas con familiares, y la búsqueda de datos a través del Registro Civil, de nacimientos, defunciones y matrimonios, que aparecen a partir de la ley de 1979 y no antes, porque desaparecían sin rastro, sin acta de defunción y sin ningún derecho funerario.
El siguiente paso fue la identificación de los cuerpos y de manera previa, con el consiguiente permiso, la exhumación de los restos, que estaban revueltos unos con otros y fueron extraídos de la fosa del cementerio de Tembleque y guardados en cajas individuales para su posterior limpieza, estudio pormenorizado y análisis antropológico.
Al acto con los familiares han acudido el secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez López, y el delegado del Gobierno, Francisco Tierraseca. - Foto: Delegación del GobiernoCon el análisis histórico de Cabello e Iborra hecho, los trabajados especializados fueron dirigidos por el arqueólogo José Luis Córdoba de la Cruz y el antropólogo forense Víctor Barrera; y en esta labores, desarrolladas en noviembre de 2022, también participaron voluntarios, una becaria de Criminalística y los familiares de las víctimas que estaban en la fosa.
La fosa en la que estaban sin dignificar restos de cuerpos de 17 personas estaba ubicada en el cementerio de Tembleque pero en el año 1977 los familiares de quienes fueron allí arrojados lograron una cesión de propiedad y construyeron un mausoleo, que tras la excavación y exhumación ha sido reconstruido por el Ayuntamiento y acoge ya los restos de 14 de los 15 restos identificados.
En este sentido, Cabello ha precisado que se han entregado los restos de 15 hombres y que quedan por identificar, porque hasta ahora no sido posible, los de una mujer y un niño.
La mayor parte de las víctimas eran desaparecidos forzados desde el punto de vista de la justicia transicional, que fueron arrestados y de cuyo asesinato sus familiares tenían constancia porque «iban a llevarles comida a las cárceles y les decían que no les llevaran más porque ya no la necesitaban», cuenta Cabello.
Los análisis de los restos han concluido, por las contusiones y roturas encontradas, que fueron sometidos a tortura y que seis de ellos recibieron, además, un tiro en la cabeza.
La mayoría de los familiares que han recibdo este sábado sus restos son nietos pero también hay un hijo de un asesinado, José Delgado, de 84 años, que será el único que no ha depositado los restos de su padre en el mausoleo porque, por fin, ha cumplido la promesa de enterrarlo junto a su madre.
La Asociación Manuel Azaña espera que la ceremonia celebrada en recuerdo de «los olvidados temblequeños que dieron su vida por defender los valores de la libertad y la democracia» sirva para plantar las bases de «un mundo más justo, que garantice la no repetición de hechos como el que con este pequeño homenaje redimimos y reparamos».