No es una broma o una cámara oculta. Si durante la primera quincena de junio ven por la ciudad a dos agentes de policía vestidos con un uniforme diferente y con la bandera de Francia no se trata de un disfraz, sino de un agente de la autoridad. Gracias al programa Comisarías Europeas, Toledo contará durante su Semana Grande con la colaboración de dos policías franceses. El objetivo es iniciar un convenio para mejorar las relaciones oficiales entre ambos países y para iniciar un proceso en el que también agentes locales puedan acudir a Francia o a otros países de la Unión Europea a aprender y desempeñar su trabajo.

De hecho, Carlos Julio San Román, comisario provincial de la Policía Nacional de Toledo, detalló durante la presentación de este proyecto que un agente toledano ya ha participado en este programa hace unos meses cuando visitó una ciudad portuguesa. Así como otro compañero de Talavera de la Reina hará lo propio próximamente en Carcassomme, Francia. En palabras del comisario provincial, esta iniciativa cree que "va a generar una convivencia que trascenderá al trabajo futuro al generar contactos personales, una mejor relación oficial y canales abiertos entre cuerpos de los diferentes países. Hemos elegido estos quince días porque son días señalados en Toledo y creo que se pueden llevar una buena experiencia".

Los dos agentes, Bruno y Aurelie, formarán parte de la plantilla toledana y desempeñarán sus funciones junto a otra patrulla de la Policía Nacional. Según San Román, serán los agentes locales quiénes lideren las intervenciones y estos les ofrecerán su colaboración. Operarán especialmente en materia turística y en el Casco Histórico de Toledo. De hecho, el comisario explicó que cuando les ofrecieron la posibilidad de incorporar a dos agentes internacionales eligieron a Francia por "proximidad o cercanía, por similitud en la mentalidad de trabajo y porque vienen muchos turistas franceses".

El subdelegado del Gobierno en Toledo, Carlos Ángel Devia, y el vicealcalde en funciones, José Pablo Sabrido, dieron la bienvenida a los agentes oficialmente. Devia les abrió las puertas de una ciudad "maravillosa" que les anima a visitar en su tiempo libre, mientras que Sabrido hizo lo propio animándoles a comprobar que Toledo se trata de una ciudad "segura" con un nivel de delincuencia "bajo". Por último, los propios agentes franceses en un español más que decente se mostraron encantados de estar en Toledo y esperan mejorar sus conocimientos y su nivel de español.