Detenidos diez jóvenes toledanos por una estafa en apuestas

EFE
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Se les acusa de ceder sus identidades a una organización internacional dedicada al fraude en las apuestas deportivas a cambio de una remuneración de pocos centenares de euros

Imagen de archivo de tres agentes de la Policía Nacional, cuerpo que ha realizado las detenciones. - Foto: Yolanda Lancha

La mayoría de las 53 personas detenidas por la Policía Nacional por supuestamente actuar como «mulas» de una organización internacional dedicada a las estafas en apuestas deportivas eran jóvenes españoles que cedían su identidad a cambio de una pequeña cantidad de dinero.

Dependiendo del tipo y la cantidad de datos personales que ofreciesen a los miembros de la trama -nombre completo, el DNI, una foto personal- obtenían una cantidad determinada de dinero, que en cualquier caso no superaba los 400 euros en total, han informado este viernes los investigadores en una rueda de prensa.

Su perfil, ha incidido el jefe del Servicio de Control de Juegos de Azar del Centro Nacional Policial para la Integridad en el Deporte y las Apuestas (Cenpida), David Calvete, es el de un hombre de entre 18 y 25 años sin ingresos o con algunos muy escasos y con cierta vinculación con el mundo de las apuestas y con miembros de la organización.

Entre ellos, destacan 35 jóvenes residentes en Madrid, otros diez en Toledo y varios más en distintos puntos del país. Además, también captaron a personas de corta edad en otros países, aunque menos.

No obstante, la investigación ha permitido determinar que el entramado criminal contaba con cerca de 1.500 identidades con las que crearon cuentas falsas en las casas de apuestas, la mayoría de ellas usurpadas u obtenidas en la internet profunda o «Dark Web».

Estas 53 «mulas» se suman a los 22 detenidos en la primera fase de la bautizada como operación Mursal, iniciada el pasado septiembre, entre los que se encontraban los dos cabecillas de la red, un hombre de nacionalidad rumana y otro, búlgara, que se encuentran en prisión, así como un operador de una importante casa de apuestas que se encargaba de validar sus apuestas, que percibió cerca de 50.000 euros.

Se estima que lograron llevar a cabo su actividad delictiva en al menos 20 países alrededor del mundo, entre ellos Rumanía, Bulgaria, Bosnia, Montenegro, Rusia, Ucrania, Nicaragua, Bolivia, Kosovo y Brasil.

TENIS DE MESA. El inicio de la operación se remonta a 2020, cuando la Dirección General de Ordenación del Juego, del Ministerio de Consumo, detectó un patrón de apuestas irregulares que comunicó a la Policía.

Concretamente, se trataba de varias apuestas de grandes cantidades de dinero realizadas desde España en un partido de tenis de mesa celebrado en Brasil.

Las primeras pesquisas revelaron contactos de personas de Rumanía y Bulgaria con cerca de 25 profesionales de este deporte gracias a la intermediación de un exjugador del circuito internacional que se anunciaba como analista en diferentes páginas web.

Ante los indicios de que podrían estar frente a una organización criminal de corte internacional, los agentes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) se pusieron tras su pista e identificaron una estructura jerarquizada formada por líderes, captadores, tipsters (recomendadores de apuestas), apostadores y deportistas.

Empleaban dos metodologías diferenciadas. La primera, el amaño de partidos de tenis y fútbol, principalmente, a través de acuerdos previos con los jugadores; la segunda, la más novedosa y compleja, captando la señal en vivo de eventos deportivos entre diez y doce segundos antes que las casas de apuestas.

Para ello empleaban grandes antenas parabólicas instaladas en sus domicilios, gracias a las cuales captaban la retransmisión de eventos deportivos de todo el mundo -entre ellos, la Bundesliga alemana o la UEFA Nations League- y conseguían realizar apuestas que eran siempre ganadoras.

Empleando estos dos métodos, ha subrayado el inspector jefe de la UDEF Central, Martín Sánchez, calculan que los arrestados obtuvieron cerca de 80 millones de euros de beneficio desde 2012, con premios que en ocasiones superaban los dos millones.

En la operación, coordinada por la Fiscalía Especial contra la Corrupción y la Criminalidad Organizada y el Juzgado Central de Instrucción número 3 de la Audiencia Nacional, también han participado agentes de Vigilancia Aduanera, Interpol y Europol.