El 'Espadón' de Espartero, un regalo de Vizcaya

Germán Dueñas Beraiz
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Esta espada de honor fue regalada por instituciones vizcaínas al general Espartero, en agradecimiento por haber liberado a la ciudad de Bilbao del asedio carlista que se produjo en diciembre de 1836 en el transcurso de la Primera Guerra Carlista

Empuñadura y guarda de la Espada Luchana.

Durante el siglo XIX se extendió la costumbre de regalar armas de calidad a importantes personajes de la vida política y militar, por parte de instituciones públicas y privadas, para conmemorar normalmente una acción militar o un nombramiento. Estas armas se denominaban armas de honor y en su estructura solían aparecer los nombres de los destinatarios y de sus impulsores, así como los motivos por las cuales se realizaba dicho regalo.

Su coste, que solía ser muy elevado por la calidad de los materiales y de su fabricación, lo asumía una o varias instituciones, y en algunos casos se recurrían a suscripciones populares, más o menos abiertas.

Mostramos en esta ocasión una espada de honor, regalada por instituciones vizcaínas, de corte liberal, al general Espartero, en agradecimiento por haber liberado a la ciudad de Bilbao del asedio carlista que se produjo en diciembre de 1836 en el transcurso de la Primera Guerra Carlista (1833-1840): «por el glorioso hecho de armas con que salvando a Bilbao de la mas espantosa catástrofe».

 En esta ocasión fue la Diputación de Vizcaya, con la colaboración del Ayuntamiento y la Real Junta de Comercio de Bilbao, cuyos escudos figuran en la guarnición las encargadas de financiarlo tras la decisión de la Junta de armamento y defensa de Vizcaya el 3 de enero de 1837. La acción determinante de este hecho de armas, la liberación del asedio carlista de Bilbao, fue la que se produjo en el puente de Luchana, por lo que esta espada ha recibido a veces esta denominación: Espada de Luchana, y a su propietario como el 'Espadón de Luchana', identificando el personaje con el arma y viceversa en numerosas publicaciones de la época. Tanta fue la repercusión de este combate y la espada que se escribieron hasta obras literarias con ese título. Cuando Espartero fue retratado en la época en cuadros y fotografías, aparece empuñando la espada que aquí presentamos, como símbolo de su figura histórica y política..

Se trata de una espada con una guarnición de plata cincelada formando cazoleta completa con ramas de roble caladas. En el centro de la guarda figuran los tres escudos de las entidades que sufragaron su fabricación: la Diputación de Vizcaya, el Ayuntamiento de Bilbao y la Real Junta de Comercio de Bilbao. El puño es de madera con una faja longitudinal de plata y cachas de nácar. Está gallonado y alambrado con torzal de plata; tiene monterilla corrida simulando cabeza de león y una virola cincelada. Del aro pende un fiador de algodón rojo y plata con dos borlas de hilo de plata trenzado con hilo de oro.

La hoja es de acero formando aguas o damascos con un canal central donde se lee 'Vizcaya al valor Bilbao a su libertador/ al general Espartero 24 y 25 de diciembre de 1836».

En la bigotera, parte inicial de la hoja sin filos, aparecen las inscripciones del fabricante 'Prelat a París/ Arquebusier du Roy' y decoraciones de trofeos y alegorías doradas.  

Posee una vaina de plata cincelada completamente decorada con motivos vegetales y alegorías y trofeos militares. La espada y la vaina se encargaron a un armero y platero parisino, François Prelat, quien cobró por la realización de esta espada 4.000 francos de la época, 100 más por el estuche. Le fue entregada a Espartero a finales del año 1839 por una delegación vizcaína que se desplazó a Madrid. Tras su muerte la regaló a su amigo y compañero de armas, el Marqués de Murrieta, como antiguo Coronel Ayudante. Quien a su vez la donó al Museo de Artillería a finales del siglo XIX.

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