La ministra de Defensa, Margarita Robles, presidió el acto de despedida de 198 soldados ucranianos formados en la Academia de Infantería de Toledo que, de regreso a su país, se incorporarán al frente de guerra. El contingente, integrado por civiles procedentes de diferentes zonas de Ucrania, tiene una media de edad de 36 años y una preparación educativa dispar. Se trata del tercer curso de formación básica ofrecida por la institución castrense toledana desde el inicio de la invasión rusa, en febrero de 2022.
Durante su intervención, la responsable de Defensa ratificó el respaldo de Madrid a Kiev. «España se siente profundamente unida a Ucrania: vuestra causa es nuestra causa», aseveró Robles. «España va a estar siempre apoyando a Ucrania porque así defendemos un mundo más justo y un mundo mejor». Entre las palabras de la ministra resonaron con frecuencia las alusiones a la paz y el respeto a los derechos humanos. Los casi dos centenares de ucranianos presentes fueron reconocidos por el esfuerzo formativo recién concluido y sobre ellos se proyectó el homenaje al conjunto de la sociedad ucraniana. «Os queremos personalmente; nos habéis dado una lección de valor, coraje y compañerismo».
Defensa admite las dificultades de un conflicto que se está alargando en el tiempo y cuyo coste humano crece. «Sabemos que el número de bajas en Ucrania está siendo muy grande», indicó Robles. La ministra definió al conflicto como «muy cruel» y condenó la estrategia bélica de Rusia por estar «vilmente masacrando» a la población civil ucraniana.
«Sabemos que algunas de las personas que están aquí van a ser casi seguro bajas en combate», lamentó la representante del Gobierno. El temor por un recrudecimiento de los combates preocupa entre la misión de asistencia que la Unión Europea brinda al país agredido. «Les despedimos con el corazón encogido porque sabemos que van a luchar en un contexto muy difícil», añadió Robles. En los últimos meses, coincidiendo con el invierno, la resistencia ucraniana ha tratado de resistir los embates de las fuerzas rusas en los frentes oriental y septentrional, intentando ceder la menor porción territorial posible. Pese a la determinación mostrada por Moscú de extender el conflicto en el tiempo, España confía en la victoria de Kiev. «Os esperamos aquí cuando esta guerra que Ucrania está ganando termine», proclamó la ministra.
La alcaldesa de Toledo, por su parte, aplaudió la defensa que el pueblo ucraniano está haciendo de su «soberanía territorial» y se congratuló de la «rápida» respuesta que el Gobierno de España orquestó desde el comienzo de las hostilidades. Milagros Tolón reclamó el valor de la democracia e insistió en una retórica incruenta. «No voy a hablar de la guerra, voy a hablar de la paz». La regidora remarcó su deseo de que «la paz impere en nuestro continente y en todo el mundo». La máxima autoridad municipal aseguró que «el apoyo y la ayuda» desde la capital regional a Ucrania se mantendrá y pidió ampliar el vínculo de colaboración entre Defensa y el Ayuntamiento, un lazo que en la legislatura ya próxima a finalizar se concretó de un modo muy estrecho con el despliegue de centenares de soldados en la ciudad tras el paso de la borrasca Filomena.
Las Fuerzas Armadas ucranianas, representadas por el comandante director del contingente formado en Toledo, agradecieron tanto al conjunto de la sociedad española como a las autoridades locales la bienvenida recibida. Durante la arenga a sus tropas, el mando militar advirtió de una «guerra larga» y conminó a los suyos a mantener su esfuerzo. «Hemos resistido un año y seguiremos haciéndolo». Además, detalló algunas de las atrocidades cometidas por los rusos, incluyendo la destrucción de edificios de uso asistencial y el bombardeo de ciudades.