Al Grupo Municipal Socialista le ha sorprendido el acto religioso que se celebró el pasado domingo en la Iglesia de San Andrés, en el que el general Blas Piñar Gutiérrez, hijo del fundador de Fuerza Nueva, impuso el fajín como regalo a la Virgen de la Alegría.

En este caso, la portavoz del grupo, Noelia de la Cruz, tiene claro que esta manifestación, a pesar de tratarse de un acto religioso, da muestras «del extremismo actual que no representa a la mayoría de los toledanos».

De la Cruz recalcó que este acto religioso que ha invitado a la polémica y ha saltado a los medios de comunicación nacionales, «ha sido protagonizado por una persona que ha sido sancionada por actos que no son constitucionales». La portavoz hizo estas declaraciones en referencia directa a Blas Piñar Gutiérrez, promotor y firmante de un manifiesto de apoyo a los golpistas del 23-F cuando era capitán.

De la Cruz no entró en más detalles sobre la ofrenda y el acto religioso en sí, que también levantó críticas entre los cofrades, pero tiene claro que los representantes municipales no deberían asistir a este tipo de convocatorias en el que terminó declarándose 'generalísima' a la Virgen de la Alegría por parte del párroco durante la misa a la que asistieron Cañizares, Alcalde y autoridades militares y policiales entre otras. 

En este caso, la portavoz socialista tampoco se pronunció sobre la postura del Arzobispado, enviada a los medios por escrito, respaldando el acto religioso y rechazando otro tipo de lectura, sobre todo, la política. «La aceptación de exvotos ofrecidos a las imágenes de la Virgen es una práctica común que han llevado a cabo profesionales de diversa índole», ha asegurado a través de un comunicado para zanjar la polémica de los últimos días. 

Si bien, el Arzobispado de Toledo ha reconocido que no tenía conocimiento «del acto de aceptación del exvoto para la Virgen de la Alegría ni de las supuestas quejas» de algunos cofrades que llevan días circulando en los medios de comunicación.