El alcalde ve «una polémica estéril» en el caso fajín

M.G
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Carlos Velázquez asegura que se trata de un acto religioso tradicional y se suma a la postura del Arzobispado, que rechaza cualquier "lectura política" relacionada con la ofrenda a la Virgen de la Alegría

Imponen a la Virgen de la Alegría el fajín de Blar Piñar

«Una polémica estéril». Con estas pocas palabras, el alcalde de Toledo, Carlos Velázquez, alude al acto religioso celebrado el pasado domingo en el que se impuso un fajín a la Virgen de la Alegría donado por el general Blas Piñar, hijo del fundador de Fuerza Nueva.

El alcalde no asistió a la ceremonia «por motivos de agenda», aunque sí parte de su equipo de Gobierno, y se suma a las declaraciones ofrecidas por el arzobispado dejando claro que se trata de un acto religioso sin «lectura política». Además, Velázquez señala que se trata de un acto «tradicional» que se celebra desde hace muchos años sin más a pesa de que haya saltado la polémica.

«No van a encontrar en este Ayuntamiento un equipo de Gobierno que alimente polémicas estériles y sí un equipo de Gobierno que trabaje de la mano de los empresarios, los comerciantes y los vecinos de Toledo». 

El alcalde desconoce si los concejales de su equipo de Gobierno que asistieron a la Iglesia de San Andrés, como la vicealcaldesa Inés Cañizares y el portavoz del Ayuntamiento, Juan José Alcalde, conocían que el general Blas Piñar impondría el fajín a la Virgen de la Alegría, y destacó que sí sabían que se trata de un acto religioso. 

De todas formas, Velázquez considera mucho más interesante hablar «de la gran manifestación que se celebrará el domingo en Madrid de todos los demócratas que defienden la Constitución en contra de la amnistía de unas personas que trataron de dar un golpe de Estado y en estos momentos son delincuentes». En este caso, remarca que no se puede olvidar este delito porque «se quebrantó la ley y se trató de que España dejara de ser lo que es hoy».