El Museo del Ejército ampliará su oferta de actividades a partir de la próxima semana a través del Grupo Botín, propietario en Madrid del que está considerado el restaurante en activo más antiguo del mundo (Casa Botín, desde 1725) y desde hace un par de años de la toledana Hacienda del Cardenal. Gracias a la colaboración entre ambos será posible acceder a la cafetería y restaurante del Museo, así como a su terraza exterior, para la organización de todo tipo de eventos, desde cenas de empresa hasta bodas, pasando por actividades guiadas en el interior del Alcázar en horario nocturno.

«Nuestra intención es ofrecer una oferta global de eventos», explicaba anoche Diego Fuentes, gerente del Grupo Botín. «A falta de los últimos detalles, tenemos previsto iniciar esta andadura a partir de la semana que viene, después del Pilar». La idea es abrir el restaurante de lunes a viernes hasta el cierre del Museo, pero también los viernes y sábados por la noche. «No solamente el espacio interior, sino también la terraza, donde hemos habilitado una zona chill out que permanecerá abierta cuando el tiempo lo permita», añadió.

La entrada a estos espacios se realizará a través del propio Museo durante su horario de apertura. A partir del cierre, será posible seguir disfrutando de ellos a través de la Puerta del Ángel, situada en la Calle Unión, en las proximidades delCorralillo de San Miguel. Quienes acudan con reserva previa podrán además disfrutar del aparcamiento interior.

El general director del Museo del Ejército, Antonio Izquierdo, anfitrión anoche de la presentación en sociedad de este proyecto -a la que asistieron personalidades como el presidente de la Diputación, el delegado de la Junta en Toledo y el deán de la Catedral-, señaló que la orden ministerial por la que se rige el Museo del Ejército permite este tipo de sinergias. «En 2010 iniciamos nuestra andadura con exposiciones y posteriormente empezamos a celebrar congresos y seminarios. Ahora damos un paso más con el fin de abrir el Museo del Ejército a todos los ciudadanos. Si con ello conseguimos fuentes alternativas de financiación para conseguir causar un menor gasto al erario público, mejor que mejor».